La política de PSG de contratar grandes figuras, algo dejada de lado desde la salida de Lionel Messi, más que los resultados esperados ha dado lugar a numerosos escándalos, que terminaron de manera abrupta las relaciones con futbolistas como el propio capitán de la Selección Argentina, Neymar y más recientemente Kylian Mbappé, solo por mencionar algunos.
Un nuevo capítulo en los conflictos del equipo parisino con sus figuras está escribiéndose con la decisión de Luis Enrique de desafectar a Ousmane Dembélé de la convocatoria para visitar al Arsenal este martes, por la segunda fecha de la Fase de Liga de la Champions League, esgrimiendo razones disciplinarias.
El técnico español arribó al PSG precisamente con la premisa de poner orden en un vestuario en que los futbolistas parecían tener mayor peso que los propios cuerpos técnicos en el pasado y no le ha temblado en pulso a la hora de llevar adelante ese objetivo, al punto que no dudó en sentar varios partidos en el banco de suplentes a Kylian Mbappé cuando este decidió que no renovaría su contrato.
La directiva, con Nasser Al Khelaïfi a la cabeza, de momento acata sin inmiscuirse todas las decisiones del entrenador. De hecho, en París aseguran que es una condición del propio Luis Enrique, quien hizo saber que no dudará en dar el portazo ante el más mínimo intento externo de interceder en su trabajo.
¿Qué sucedió entre Luis Enrique y Dembélé?
Según avanzó L’Équipe, la acalorada discusión que mantuvieron Luis Enrique y Ousmane Dembélé el pasado viernes, tras el partido que finalizó con victoria 3-1 sobre Rennes, tuvo que ver con el achaque del entrenador al francés por varias decisiones que consideró equivocadas a lo largo de ese encuentro, encontrando una respuesta poco amistosa de este.
Siendo tan importante para el entrenador mantener su autoridad en el vestuario, ese intercambio de palabras fue suficiente para dejarlo fuera de la convocatoria para un partido de gran trascendencia, enviando a su vez un mensaje a toda la plantilla.
Neymar y Messi, dos cracks que se fueron mal de París
El sueño de PSG de conquistar la Champions League valiéndose de la presencia en el equipo de dos cracks como Neymar, el primero en llegar, y Lionel Messi, terminó en un estrepitoso fracaso que tensionó las relaciones con los hinchas y derivó en la salida de ambos del equipo.
Al brasileño no lo ayudaron las lesiones ni la tirantez que de un momento a otro se generó con Kylian Mbappé, el jugador más mimado por el fútbol francés, y en consecuencia por el equipo, de los últimos años. Messi no se sintió nunca a gusto en París y las relaciones terminaron de deteriorarse cuando la Selección Argentina derrotó a Francia en la final del Mundial de Qatar, sumado a algunas burlas que se filtraron durante los festejos que no cayeron nada bien en el país.
Neymar no dudó cuando le llegó una multimillonaria oferta para integrarse a las filas del Al Hilal de Arabia Saudita y Lionel Messi priorizó volver a disfrutar del fútbol, con menos presiones, cuando aceptó la propuesta para incorporarse a Inter Miami.
En PSG tomaron nota de el fracaso deportivo, en función del dinero empeñado, y decidieron cambiar su política de fichajes, buscando conformar un equipo más homogéneo y eliminar cualquier tipo de lucha de egos dentro del vestuario, con Luis Enrique como el encargado de gestionar todo ese trabajo.