Más allá de si la decisión de Darío Herrera en anular el primer gol de Lanús fue acertada o no, las situaciones que se vivieron en el final del partido son por lo menos repudiables ya que el enojo de los jugadores del Granate se trasladó a las tribunas y la situación se fue de las manos.
Sin ningún tipo de control por parte de la seguridad privada del club, en la salida de los jugadores de River del campo de juego se vivió un momento de mucha tensión debido a la agresión de varios plateistas al equipo de Martín Demichelis; momento en donde Enzo Díaz recibió un botellazo.
Tras esto, sin dejar que pase mucho tiempo desde las agresiones, la dirigencia de Lanús tomó cartas en el asunto y, luego de registrar las cámaras de seguridad, decidió sancionar a los socios que lanzaron botellas con el derecho de admisión que les impediría asistir al estadio por mucho tiempo.
Teniendo en cuenta que no hubo venta de entradas para el partido con River, la dirigencia pudo sancionar institucionalmente a los hinchas y de esta manera deja sentado un precedente de cara a lo que pueda ocurrir en el futuro tanto en Lanús como en el resto de los equipos.
Vale destacar que, pese a la sanción rápida y correcta de la dirigencia de Lanús, la AFA aún hoy podría suspender el sector de la platea o sancionar económicamente al Granate por lo sucedido. Hasta el momento, el tribunal de disciplina no se ha expresado sobre el hecho.