Dicen que el tiempo todo lo cura. Seguramente, el paso de los años servirá para dimensionar la clase de jugador que fue Gonzalo Higuaín. Autor de cientos de goles entre las diferentes camisetas que utilizó, aún paga sus pecados por haber fallado en esos partidos que no te dan revancha: si acertás, te volvés un ídolo nacional; pero si errás, te puede ocurrir lo que le pasó al Pipita, que se volvió un verdadero enemigo popular.

Una joya a medio pulir en River, que se terminó de formar como futbolista en un Real Madrid repleto de galácticos, llegó a ser amado en Nápoli, un jugador necesario en la Juventus y uno de los últimos grandes top scorer de la Selección Argentina. Justamente, esa misma albiceleste que tanto defendió, fue la que lo metió en un terreno complicado de entender.

Un delantero de gala mundial, que hoy decidió vivir alejado del fútbol, ocultándose de los comentarios hirientes de la gente.

El fútbol en la sangre

Jorge y Gonzalo, padre e hijo vivieron carreras futbolísticas destacadas (Imago)

Su futuro profesional estaba casi predestinado. Es que, Pipita es hijo del férreo marcador central Jorge Higuaín, de destacados pasos por Boca y River durante las décadas del 80 y 90, al que llamaban Pipa, sobrenombre que heredó su hijo con un diminutivo. Además, su madre, Nancy Zacarías -falleció en 2021-, era hija del boxeador profesional argentino Santos Zacarías.

Nacido en 1987 en Brest, Francia, donde su padre estaba jugando profesionalmente, Gonzalo pasó toda su infancia en Argentina. Criado en una familia numerosa de cuatro hermanos, uno de ellos fue futbolista profesional: Federico, que se retiró en 2022, justamente en el Inter Miami, donde pudieron compartir vestuario. Los otros, Nicolás y Lautaro, no llegaron a tener tanto éxito en el mundo del balón.

Nacimiento millonario

Paso corto pero exitoso por River; sus actuaciones lo catapultaron rápidamente (Imago)

De muy pequeño comenzó a forjar su amor por la pelota. Tras practicar baby fútbol hasta los 10 años en el Club Palermo, se sumó a las filas de River. En el Millonario realizó las inferiores y debutó en la Primera en 2005, de la mano de Leonardo Astrada. En su partido más trascendente en el club, le anotó un doblete a Boca que dejó una huella imborrable.

La estadía de Higuaín en Núñez fue corta, pero intensa. Se dio a conocer al mundo del fútbol, a base de goles y actuaciones importantes, llegando a acumular 15 tantos en 41 encuentros.“Me hubiera encantado volver a River, pero no quería que a mi hija en la escuela le digan ‘che, tu papá es un burro'”, reveló Pipita, explicando porqué no cerró su carrera en su equipo de origen.

Llegó a la Casa Blanca

El Pipita pudo destacarse dentro de un equipo repleto de estrellas (Getty Images)

En 2006, cuando apenas tenía 19 años, el Real Madrid pagó 12 millones de euros por él. Con mucho trabajo, se fue ganando minutos y terminó compitiendo durante 6 temporadas por un lugar en el equipo con fenómenos como Raúl, Ruud Van NistelrooyKarim Benzema o Cristiano Ronaldo. Al final, fueron 121 goles y 56 asistencias en 264 partidos en uno de los clubes más importantes del planeta.

“En mi primer año hice 27 goles y Cristiano 26. Me voy de vacaciones y veo que fichan a Benzema y a Kaká. Llamé a Florentino –Pérez, el presidente– y le digo, ‘meto 27 goles y me traes dos refuerzos. ¿Qué tengo que hacer?’El Madrid es eso. Traen jugadores todo el tiempo y vos tenés que competir con los mejores“, declaró entendiendo la filosofía merengue.

Más allá de vaivenes momentáneos, su historia con el Madrid quedó sellada a fuego y eso se manifestó en el mensaje que le dedicó el club el día del retiro: “Gracias por todo lo que nos diste. Siempre formarás parte de la historia de este club, con el que ganaste 3 Ligas, 1 Copa del Rey y 2 Supercopas de España, fue el saludo oficial.

Del Sur al Norte

Del amor pleno al odio total, en su paso por el Nápoli (Getty Images)

Gonzalo arribó a Nápoles a mediados de 2013, para suplir la partida de Edinson Cavani al PSG. En su primer año convirtió 24 goles y se dio el gusto de ganar la Copa Italia y la Supercopa italiana, esta última ante la Juventus en un partido que terminó 2 a 2 y él marcó los dos tantos.

En la campaña 2014/2015, se mantuvo como principal artillero, con 18 tantos. Sin embargo, lo mejor lo iba a vivir al año siguiente, cuando logró 36 goles en la temporada 2015/16. Con esa marca quedó en la historia de la liga, al superar el récord de 35 tantos, que estaba en poder del sueco Gunnar Nordahl, desde el año 1950.

En Juventus rindió y ayudó a ganar un par de Scudettos (Getty Images)

Los napolitanos lo adoraban. Sin embargo, todo cambió cuando fue tentado por una oferta millonaria de la Juve, equipo con el que mantiene la eterna rivalidad entre el Sur y el Norte, que se lo llevó pagando 90 millones de euros, el pase más caro del fútbol italiano hasta ese momento. Ese gesto, una de las hinchadas más pasionales del planeta, no se lo perdonó.

Traidor fue una de las palabras más suaves que debió escuchar el delantero, sus camisetas fueron arrojadas a la basura y su nombre pasó a estar entre los más odiados. Mientras tanto, el argentino siguió haciendo goles, y aunque en Juventus no logró brillar, fue clave en los primeros años, donde ayudó en la conquista de dos títulos de liga.

De los goles a las burlas

Grito de gol mundialista ante Bélgica en Brasil 2014 (Getty Images)

Con 32 goles aparece dentro de la lista de máximos anotadores de la Selección Argentina, pero las situaciones falladas en momentos críticos parecen haber pesado más y taparon muchos de sus grandes logros.

Con la albicelestedebutó el 10 de octubre de 2009, en el recordado Argentina 2-1 Perú, que le dio al equipo dirigido por Diego Maradona la clasificación al Mundial de Sudáfrica. En aquel partido, el Pipita también anotó su primer gol. Participó de las Copas del Mundo de 2010, 2014 y 2018, también en las Copas Américas de 2011, 2015 y 2016. En total fueron 75 partidos.

Higuaín se destacó en una etapa sin títulos para el seleccionado argentino (Imago)

Lo que pudo ser una carrera consagratoria, se vio opacada por tres definiciones impropias de su calidad que quedaron marcadas en la memoria de los hinchas. En el Maracaná, pifió una media vuelta ante el achique del alemán Manuel Neuer. En Chile, no pudo capitalizar una asistencia de Ezequiel Lavezzi y remató desviado a centímetros de la línea en una de las últimas acciones del suplementario ante los locales. Y encima, falló su penal en la definición. En la revancha ante los trasandinos en New York, tuvo un mano a mano con Claudio Bravo, pero definió desviado.

A partir de ahí, se volvió el principal destinatario de burlas en las redes sociales, insultos y hasta amenazas“Siempre me arrepentí de refugiarme y no salir a la calle por miedo a lo que me pudieran decir. Pero hay gente que hace daño y sale a cara descubierta y sin vergüenza, y nosotros que no matamos a nadie, que sólo hacemos un deporte, ¿no podemos salir?”, reflexionaba a la hora del hablar del tema.

La última etapa

Aunque hizo goles en el Chelsea, le costó ganarse un lugar (Getty Images)

En el tramo final de su recorrido por las grandes ligas de Europa, el Pipita tuvo pasos menos trascendentes por Milan y Chelsea, seis meses en cada club. Más allá de tener contrato vigente con Juventus, su futuro ya estaba por otros rumbos.

En su últimas temporadas, fue el jugador franquicia del Inter Miami en la MLS (Getty Images)

En septiembre de 2020fichó con el Inter Miami para convertirse, por esos momentos, en el jugador más importante de la franquicia en la Major League Soccer. Tras un comienzo dubitativo, en su última etapa logró asentarse y con sus goles llevó al equipo a los playoffs de la MLS.

Lejos de la pelota

Tal como lo había anunciado anteriormente, una vez que llegue el retiro, iba a despegarse completamente del mundo del fútbol“Mi vida va a ir por otro lado. Sería un masoquista si, después de todo lo que sufrí, me vuelvo a meter en el ambiente del fútbol. Disfrutaré mucho de mi gente, de mi familia”, comentaba. Y vaya si hizo caso a ese pensamiento.

La camiseta 9 de Argentina que durante tanto tiempo supo utilizar (Getty Images)

Gonzalo está casado con la modelo y diseñadora argentina, Lara Wechsler, junto a quien es padre de una niña llamada Alma. La pareja siempre guardó discreción con respecto a su vida personal. El matrimonio se conoció en Italia, durante la etapa en la que él jugaba en Nápoles. Ahora, viven todos juntos en Miami y prefieren hacerlo en el absoluto anonimato. En los Estados Unidos, invierte en acciones y en el negocio inmobiliario.

Alejado de Argentina, del mundo futbolero y del ruido mediático, Higuaín vive una nueva etapa. Quizás el paso del tiempo, le permita terminar de entender y aceptar lo que le ha tocado transitar. Pero hay algo que está claro y él mismo se encargó de manifestarlo: “Cuando uno está tranquilo consigo mismo, lo otro es secundario. Yo lo estoy porque di mi vida y más por la Selección. Estoy orgulloso y no me arrepiento absolutamente de nada”.