Gonzalo Bravo, futbolista de Riestra que se desplomó en el área de Comunicaciones sin ningún tipo de cuidado en la pureza de su manifestación teatral, insistirá en que sintió el contacto que justifica la sanción. Difícilmente alguien se atreva a acompañarlo en la defensa a Joaquín Gil, el árbitro que a los ojos de la generalidad del fútbol argentino inventó uno de los penales más insólitos que se hayan visto.
Por esa decisión, más la pericia de Nicolás Benegas en la ejecución, El Guapo eliminó de la Copa Argentina al Cartero en el noveno minuto de adición. La incidencia arbitral en el desenlace fue absoluta y el repudio masivo, tanto de parte de los integrantes del equipo perjudicado como de quienes realizaron el juicio desde la neutralidad, sean hinchas o reconocidos periodistas.
Joaquín Gil quedó en el centro de la escena y no tardaron en salir a la luz los antecedentes que no solo ponen en duda sus méritos para dirigir un partido de tal envergadura sino que además funcionan de explicación para entender por qué en el Mundo del Ascenso desde hace tiempo se lo conoce como “el árbitro de las polémicas”.
Dos destacan especialmente, por tratarse también de partidos definitorios. En 2021, en una final por el ascenso al Federal A entre Ben Hur y Racing de Córdoba, los jugadores del equipo de Rafaela se sintieron tan perjudicados por sus decisiones que lisa y llanamente fueron a pegarle. “Ben Hur no pudo contra el árbitro en un bochornoso partido”, título el diario local El Litoral en su crónica de las acciones. “El juez le dio un inexistente tiro libre en el arranque del partido a Racing y por las dudas, luego, un dudoso penal. Sacó amarillas fáciles y cuando Ben Hur llegó al descuento expulsó a un futbolista rafaelino”. Ya en 2023, volvió a ser agredido por futbolistas, en este caso de Camioneros Argentinos del Norte, que se sintieron gravemente perjudicados en el partido disputado ante Sol de América de Formosa, en la final por el ascenso al Federal A.
Entre esos dos episodios, Joaquín Gil dirigió un partido por la permanencia en el Federal entre Desamparados de San Juan y Liniers de Bahía Blanca que también terminó en escándalo y graves acusaciones por parte del equipo cuyano. “Me da bronca que venga gente a pedirme que tengo que pagar un árbitro. Eso es violar al fútbol. Estoy enojado porque eso es ensuciar al fútbol. Parece que hay que coimear y hacer trampa, así piensan muchos y yo no voy a cometer ningún tipo de ilícito. No lo hice nunca y no lo voy hacer“, había expresado el vicepresidente del club sanjuanino luego de confirmar que ya en la previa del encuentro había sido advertido de los métodos del mismo juez que ayer favoreció al Deportivo Riestra.
La bronca del presidente de Comunicaciones
Ezequiel Segura, presidente de Comunicaciones, hizo duras acusaciones contra el árbitro del partido en que su equipo fue eliminador por El Guapo, recientemente ascendido a la máxima categoría del fútbol argentino tras una campaña que contó con gran cantidad de denuncias sobre fallos arbitrales en su favor, provenientes de diferentes clubes de la Primera Nacional.
“Me avisaron que este árbitro era peligroso. Gil no puede dirigir más, es una vergüenza. Beligoy (por Federico, Director Nacional de Arbitraje en Argentina) que se haga cargo del desastre que hizo. Nos pusieron a un sicario”, dijo, para luego despacharse con ironía: “Que se compre un campo con la guita que le dieron”.
Las primeras decisiones tras el polémico arbitraje
Joaquín Gil estaba nombrado para dirigir el encuentro entre Atlético de Rafaela y Mitre de Santiago del Estero, el próximo lunes por la segunda fecha de la Primera Nacional. Sin embargo, este jueves se anunció la decisión de reemplazarlo por Jorge Baliño.
Para Bravo, fue penal
“Es penal. Me toca. ¿Contacto en el área no es penal? Viene de atrás. Yo sentí la paralítica. Chocar, me choca”, le dijo a TyC Sports Gonzalo Bravo apenas finalizado el encuentro que selló la polémica clasificación del Deportivo Riestra en Copa Argentina.