¿Qué hacer? ¿Buscar un nuevo entrenador o sostener a Miguel Ángel Russo contra viento y marea? La realidad es que es el propio presidente de Boca es el que se metió en este lio, contratando a un DT que mostraba problemas de salud en San Lorenzo de Almagro, pero Román lo necesitaba para no hacer papelones en el Mundial de Clubes ante Benfica y Bayern Múnich, hoy Riquelme es preso de su decisión a la hora de echar a Fernando Gago.

No hay proyecto con Miguelo, lamentablemente es día a día, viendo lo que su debilitada salud, con toda su sabiduría a cuestas, puede aportar a este Xeneize otra vez sin rumbo dentro de la cancha.

La verdad marca que Boca volvió a quedar afuera de la zona de clasificación a la Libertadores por tabla general, que por primera vez Russo no pudo estar en el banco de suplentes, que los cambios de Úbeda no se entendieron, sacar dos delanteros como Merentiel y Velasco para poner dos volantes centrales como Alarcón y Ander Herrera, que Boca fue en Florencio Varela un equipo sin alma a pesar del aliento de su hinchada, que el juego no aparece, los resultados tampoco, ya son tres fechas sin ganar, más la posibilidad latente de no jugar Libertadores por tercer año consecutivo…

Boca es más importante que cualquier nombre: Bianchi, Guillermo, Riquelme, Palermo, Maradona. También es más importante que Russo, aunque duela su situación de salud, más allá que se admire todo su valor para afrontar una situación tan dramática.

Juan Román Riquelme deberá decidir en estas horas entre respaldar a un amigo corriendo el riesgo de no disputar Libertadores por tercer año consecutivo o meter un golpe de timón cambiando el entrenador a 6 fechas del final de la temporada en la que te jugas todo.