Culminaba un tiempo extra para el infarto después de un partido para el infarto. En medio de un partido quebrado y con las piernas muertas, Kylian Mbappé frotó la lámpara una vez más yRandalKolo Muani mano a mano para definir con el arco a su merced. Era el gol del título para Francia.
Pero ahí estaba Emiliano Martínez. El Dibu se hizo inmenso, achicó como un arquero de futsal y terminó sacándole lo que era un gol hecho al delantero francés.
El Estadio Lusail se unió un grito como si fuera un gol. El arquero marplatense festejó y los últimos segundos se consumieron. La definición por penales encontró un nuevo capítulo para Dibu, la pieza fundamental para una nueva vuelta olímpica argentina.