Una de las pocas situaciones que le dieron dolores de cabezaa River en esta época dorada tiene que ver con la cantidad de jugadores que se fueron libres. Con Marcelo Gallardo, el Millonario pudo potenciar a una enorme cantidad de futbolistas y muchos de ellos terminaron abandonando el club con el pase en su poder (sin dejar dinero). Casos hay de sobra: Ariel Rojas, Carlos Sánchez, Leonel Vangioni, Rafa Borré, entre otros.
Si bien la llegada de Jorge Brito a la presidencia del club de Núñez es una continuidad de el ciclo de Rodolfo D’Onofrio, tampoco significa que todo sigue igual. En la jornada de ayer, que dio inicio a la primera pretemporada de su mandato, se notó un fuerte cambio de política que sorprendió a varios.
Las ausencias de Benjamín Rollheiser y Fabrizio Angileri son el mejor ejemplo de este nuevo modus operandi: el que no renueva cuando le quedan pocos meses de contrato, no juega. ¿El objetivo? Cortar con esa vieja costumbre de perder jugadores claves sin recibir dinero a cambio.
De ahora en más, la pelota le queda a los representantes, que suelen verse beneficiados cuando su cliente emigra con el pase en su poder. Para el futbolista hay 3 caminos posibles: renovar, ser vendido, o quedarse 6 meses sin jugar.