Hay cinco futbolistas de la Selección Argentina que tienen que cambiar de equipo si quieren llegar a la lista de la Copa del Mundo. Están complicados, juegan poco, necesitan un giro rotundo para poder dar el presente en el certamen que se desarrollará el próximo año en Estados Unidos, Canadá y México.

Lamentablemente, estos jugadores no tienen la actividad necesaria para poder ser parte de la Albiceleste. De hecho, hay uno que es titular indiscutido para Lionel Scaloni y no está pasando un buen momento debido a los pocos minutos con los que cuenta: Nahuel Molina Lucero.

Empezamos con Julio Soler, un futbolista que jugó muy bien en el Mundial Sub 20. Puede ser alternativa en la posición de lateral izquierdo por sobre otras posibilidades que probó Scaloni como Francisco Ortega y Valentín Barco. El surgido de Lanús no tiene continuidad en Bournemouth y con un poco de ella podría llegar a meterse en la lista final del Mundial.

Con solo 20 años, Soler sorprende con su madurez y su criterio. Sin embargo, solo tiene un puñado de minutos durante esta temporada y no pudo destacarse. Dicho contexto es una verdadera pena tratándose de una opción importante en un puesto en el que no abundan los jugadores. Vamos a ver si cambia de aires o si se consolida junto con Marcos Senesi.

Por otro lado tenemos el caso de Claudio Echeverri, futbolista que actualmente está en un Bayer Leverkusen en transición, muy empeorado con respecto a su etapa con Xabi Alonso. Inclusive, los alemanes vienen de sufrir una verdadera paliza ante Paris Saint-Germain en la Champions League y el Diablito fue uno de los pocos que se destacaron mínimamente.

De todos modos, el producto de la cantera de River suma pocos minutos y el técnico confía muy poco en su capacidad física. Cabe recordar que su pase sigue perteneciendo a Manchester City, por lo que hay que ver si vuelve al equipo inglés en enero, si permanece en Bayer Leverkusen o si se busca otra sesión para encontrar más rodaje.

Otro de los casos es un jugador importante para Scaloni como Walter Benítez. De hecho, la reciente convocatoria de Facundo Cambeses tiene mucho que ver con los pocos minutos de dicho arquero en Crystal Palace, ya que llegó para ser suplente del indiscutido Dean Henderson.

Cuando juega, Benítez salva al equipo y ataja muy bien en las tandas de penales, pero son sus únicos minutos en el combinado inglés. Eso es todo y es un gran problema porque es el tercer arquero para Scaloni. El técnico argentino quiere que juegue, por lo cual ya está buscando alternativa bajo los tres palos y su presencia en el Mundial corre peligro.

Después tenemos a Facundo Buonanotte, en algún momento llamado una de las debilidades del cuerpo técnico de Scaloni. Con sus 20 años, el surgido de Rosario Central es un futbolista muy habilidoso y muy interesante, que hizo una primera parte de temporada muy positiva en Leicester. Después quedó borrado y ahora llegó a Chelsea en busca de minutos.

Lamentablemente, el volante ofensivo está sumando poquitos minutos en general, algo que indica que no era la cesión indicada. Veremos si hay un cambio de aires para 2026, en un conjunto que lo considere algo más importante. Un conjunto con menos pretensiones y donde él se sienta con un mayor protagonismo y con más confianza.

El último de los casos es el de Nahuel Molina, aunque es distinto porque, salvo algún imprevisto, va a estar en el Mundial. Sin embargo, el jugador de 27 años tiene muy poca actividad en Atlético de Madrid, sumando 30 minutos como mucho. O sea, es raro encontrar un partido en el que el lateral derecho juegue al menos un tiempo.

En el Colchonero, Molina es la tercera opción. Pero, en la Albiceleste, todavía es la primera. Igualmente, debe tener más minutos porque puede llegar a perder la titularidad si algún competidor expone buenos rendimientos. De hecho, el propio Scaloni, en su momento, fue uno de esos que cambió de aires para poder llegar a un Mundial y lo hizo con solo seis meses en West Ham United.