El 28 de noviembre del 2000, Boca tuvo el partido más importante de su historia. En aquella noche fría de Tokio, en Japón, el Xeneize le ganó al Real Madrid por 2-1 y se consagró campeón de la Copa Intercontinental, en la jornada más trascendental para el club de la Ribera.

Hace poco se cumplieron 22 años de aquella gesta y ahora un futbolista que estuvo en aquella jornada junto al plantel del gigante español realizó una confesión: intentó cerrar su carrera vistiendo la camiseta azul y oro. Pero no pudo lograrlo.

Se trata de Míchel Salgado, histórico lateral del Real y ganador de 11 títulos en la "Casa Blanca". En aquella Intercontinental fue suplente pero la derrota no impidió que sienta cariño por Boca. En una charla con TNT Sports Chile, el español fue claro: "Hubiera jugado en Boca, sin dudas. Lo intenté, al final de mi carrera intenté ir seis meses a Boca, para vivir lo que es jugar en La Bombonera como local". 

"Esa grada se pondría loca solo con ir abajo y robar un balón en el suelo. Y jugar la Libertadores, que creo que es una competición que está hecha para mi carácter", explicó Míchel. Y dio el otro motivo que lo hizo pensar en el Xeneize: "Quizás por Diego (Maradona), que siempre lo veía. Desde chiquito seguía a Boca. Es algo especial. Sé que los de River me van a matar jaja".