El 2019 fue un año de muchos cambios en el fútbol femenino de Argentina. Primero por haberle dado la bienvenida al profesionalismo para la Primera División, luego por un histórico Mundial de Francia 2019, logrando por primera vez dos empates en tres partidos jugados, y luego con aquella medalla de plata en los Panamericanos de Lima.

Sin embargo, en noviembre de ese 2019 Argentina disputó sus últimos dos amistosos para luego pasar más de un año sin actividad oficial. Primero por la Pandemia de COVID 19 y luego por la suspensión de dos partidos programados con Brasil. Hasta que llegó la invitación a disputar la She Believes Cup, una de las competencias de selecciones más importantes del mundo, junto con Brasil, Canadá y Estados Unidos.

Hacia allí fue el equipo en aquel 2021, dirigido nuevamente por Carlos Borrello, mismo entrenador con el que varias jugadoras del plantel habían mantenido algunos conflictos por estar disconformes con su estilo de juego. De hecho, no estuvieron en la lista Estefanía Banini, Ruth Bravo y Belén Potassa, mientras que Florencia Bonsegundo desistió de la convocatoria.

En febrero de aquel año Argentina viajó a Orlando: cayó 4 a 1 con Brasil (Mariana Larroquette convirtió el único gol nacional en el certamen), perdió ajustadamente con Canadá 1-0 y en el último partido se enfrentó a las campeonas del Mundo y cayó 6 a 0, con dos de Megan Rapinoe, Balón y Bota de Oro de la última Copa del Mundo.

El encuentro y el reclamo

Después del partido, tras la coronación, Megan Rapinoe se llevó todos los flashes una vez más. Una de las que se acercó a fotografiarse con ella fue la delantera de Boca Yamila Rodríguez quien luego compartió la foto con la estadounidense en las redes sociales, etiquetándola y agradeciendo, lo que luego resultó en un reclamo.

“La pude conocer a una de mis ídolas en el fútbol y pude quedarme con la camiseta de ella, fue lo más lindo que me pasó“, escribió la misionera, sosteniendo la casaca de Rapinoe al tiempo que la delantera estadounidense se llevó la suya con la 11. La foto, sin embargo, fue replicada por Rapinoe: “Lo arreglé pero realmente arreglemos esto @afaseleccion”, escribió.

¿Qué modificó? Republicó la foto pero escribiendo el apellido Rodríguez en la camiseta de Yamila, reclamando que las jugadoras también puedan llevar su identificación en la espalda además del número. El reclamo, claro, tiene que ver con la identidad que genera que las jugadoras habituales de las selecciones puedan llevar sus nombres en la espalda.

Un cambio que llegó

Si bien es cierto que para aquella competencia Argentina no llevó las camisetas impresas con los apellidos, sí lo había hecho en otras oportunidades. El reclamo de Rapinoe se sumó también a otras protestas que había realizado el equipo nacional por la falta de apoyo desde el 2017. De hecho, luego de la She Believes Cup, y tras viajar al País Vasco para amistosos en abril de 2021, Carlos Borrello dejó de ser el DT nacional.

PRENSA AFA

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En septiembre de ese año comenzó el nuevo ciclo de la Selección, ya con otros objetivos y una nueva imagen. Con Germán Portanova como entrenador de la Mayor y la Sub 20 y Christian Meloni y Florencia Quiñones como entrenadores de la Sub 17 y Sub 15, la Albiceleste inició el camino hacia este Mundial, siendo tercera en la Copa América (logrando la clasificación directa a Australia y Nueva Zelanda) y jugando un total de 23 partidos oficiales (más dos amistosos no oficiales) en dos años y medio de gestión.