Desde que el VAR llegó al fútbol argentino, todo cambió. Los goles ya no son goles y los festejos ya no son festejos. Ahora, todos deberán aguardar un instante para que el árbitro convalide o no el tanto que se marcó. Y así le sucedió a Ramón Ábila, que le sacó brillo a la inexorable ley del ex, frente a Huracán, pero duró un santiamén.
El encuentro en el estadio Tomás A. Ducó estaba igualado 1-1 cuando el ex delantero del Globo había marcado el tanto para Colón. Todo el banco del Sabalero festejaba, mientras que Wanchope le pedía disculpas a la parcialidad local por haberle anotado, ya que mantiene una muy buena relación con los de Parque Patricios.
Sin embargo, desde el Predio que la AFA posee en Ezeiza llegó la orden de que Nicolás Lamolina, árbitro del encuentro, no debía convalidar el gol. ¿Qué pasó? Silvio Trucco y Diego Bonfá los encargados de controlar las jugadas desde el VAR, le indicaron al juez que Facundo Garcés le cometió infracción a Lucas Merolla.
A pesar de que no se percibe la falta del defensor central de Colón sobre su par de Huracán, la decisión fue indeclinable y el encuentro terminó igualado 1-1 tras los goles de Jonathan Galván y Facundo Farías. El VAR evitó el triunfo del Sabalero y, una vez más, encendió la polémica.