El recuerdo de Diego Maradona se encuentra permanentemente presente en la memoria de cada uno de los millones de fieles que dejó desparramados por todo el mundo. Y el caso del exfutbolista y actual entrenador Roberto Sosa, que tuvo el privilegio de conocer al astro y de vivir en carne propia lo que significó para el Napoli, no es para nada la excepción, sino todo lo contrario.

El Pampa, hoy a la espera de un nuevo desafío junto a la agencia Racing City Group en su rol como estratega, es, ni más ni menos, que uno de los argentinos que brindó su aporte al eterno cariño que el napolitano siente por la Argentina, al aceptar jugar con el elenco de la región de la Campania en condiciones inimaginables.

Así lo cuenta el propio Roberto Sosa a Bolavip en un bar del Centro Histórico de Nápoles: "Yo fui el primer jugador que llegó al Napoli cuando descendió a la Serie C. Ni siquiera estaba el técnico. No tenía ni siquiera una sede. Me acuerdo que mi contrato lo firmé en un hotel. Ese episodio de haber sido el primer jugador en haber aceptado el proyecto, es lo que más me une con el hincha napolitano. Porque además ellos recuerdan que no teníamos nada. No es que no teníamos jugadores. No teníamos materiales para entrenarnos, no teníamos ropa, no teníamos cancha, masajista. A las dos semanas de haber llegado recién tuvimos un plantel de 20 jugadores con el campeonato de Serie C iniciadoMe ven a mí como el que puso la primera piedra para la reconstrucción de un Napoli que hoy juega Champions League".

De ahí en más, la unión con Diego Maradona se generó de forma natural. Pero como si algo hubiera hecho falta, el Pampa fue el último jugador en utilizar la 10 del Napoli, pues en la Serie C obligatoriamente los equipos deben utilizar los números de corridos del 1 a 11. Al respecto del atuendo que admite que lo guarda "bajo siete llaves", señaló: "Ya sabía a donde venía. Sabía lo que había hecho Diego acá. Y el haber sido el último jugador en usar la 10 del Napoli y hacerla firmar en Gimnasia, fue como cerrar, como digo yo, un círculo romántico".

Bajo este marco, el exdelantero e ídolo del Lobo parece ser la voz más autorizada para describir lo que fue aquel período en el que el Diego encabezó al equipo principal de Gimnasia y Esgrima La Plata: "Yo creo que en Gimnasia fue feliz. Fui a estancia chica, que para mí es como ir a mi casa y ese día, sin embargo, sentía un miedo y una emoción tremenda. Ese día poder estar con él un rato, compartir casi dos horas... No tengo dudas, yo lo vi bien. Yo creo que Gimnasia lo protegió, lo cuidó, le dio mucha vida en sus últimos días. Él se sentía bien. Yo hablando con los utileros y masajistas, a él le encantaba estar en Estancia Chica, el miedo de él era regresar a su casa. Lamentablemente su entorno no fue el mejor, lamentablemente no lo cuidó y pasó lo que pasó".

Para cerrar, a propósito del Pelusa, dejó en claro que esperaba más de la institución que se encuentra enfrente de su vereda: "Cada cancha que él fue, lo disfrutaron. Solo un lugar no lo homenajeó como se debía. Está claro que yo soy de Gimnasia y ahí en La Plata otros eligieron ser de otros clubes. Somos diferentes, pero en el medio está el jugador de fútbol que nos representó como argentinos. Del lado de Estudiantes decidieron no darle el valor que realmente tenía".

Los mejores fragmentos de la charla de Bolavip con el Pampa Sosa: