Después de una semana muy intensa, donde Boca y River se llevaron todas las miradas, en la jornada dominical también lo hicieron. Y tras una gran incertidumbre sobre lo que pasaría, el encuentro fue similar a una partida de ajedrez.

Los movimientos de cada equipo estuvieron milimétricamente calculados para no fallar en ningún detalle. Pero después de tantos cuidados, llegó la apertura del marcador, donde Darío Benedetto agitó a todos los corazones boquenses.

Franco Armani había despejado una pelota increíble, la cual terminó en un tiro de esquina del que se hizo cargo Juan Ramírez. Y el ex mediocampista de Argentinos Juniors envió un venenoso centro hacia el punto del penal para que apareciera Benedetto con su testazo

Entre el barullo de futbolistas que se encontraban dentro del área, el ex Olympique de Marseille pudo vencer a la muralla de Armani, decretar el 1-0 y provocar un delirio en toda La Bombonera, que estalló por el grito de gol.