Por estas horas, el mundo del fútbol se ve completamente revolucionado por el histórico alejamiento de Lionel Messi de Barcelona, el club donde se desempeñó toda su vida a nivel profesional y donde se convirtió en la pieza más importante de la historia de la institución catalana, al mismo tiempo que se transformó, para muchos, en el mejor jugador de todos los tiempos.

En primera instancia, Joan Laporta apareció públicamente brindando los detalles de la partida de Messi, que tiene todo listo para sumarse a Paris Saint-Germain. Pero, posteriormente, este domingo, el propio astro argentino de 34 años de edad brindó declaraciones en las que se mostró muy emocionado e indicó que no sabía si el club hizo todo lo posible para sellar su continuidad.

Pero lo cierto es que Messi no podría haber renovado su contrato con Barcelona ni aunque jugara gratis. En primera instancia, esto es absolutamente imposible debido a que la legislación española indica que cualquier vínculo nuevo tiene que ser, como mínimo, un 50 por ciento más bajo que el anterior. Esto se establece para evitar la manipulación financiera.

Al mismo tiempo, Barcelona, condicionado por la gestión anterior comandada por Josep Bartomeu, se encuentra atravesando serios problemas relacionados con los límites del control financiero de La Liga de España. De hecho, al comienzo del mercado de pases, tenía que reducir su foja salarian en nada más ni nada menos que un 47 por ciento.

Debido a ello, el club catalán puso a la venta a nombres propios como los de Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho, Samuel Umtiti, Martin Braithwaite y Neto, entre otros. Pero no pudo desprenderse de ninguno e incluso sumó contratos millonarios como los de Sergio Agüero, Memphis Depay y Eric García, sus refuerzos.

Sintetizando, y, en torno a lo expuesto por los mencionados límites de La Liga, Barcelona tenía que ahorrar 309,35 millones en sueldos antes del inicio de la nueva temporada. Si bien había conseguido acordar una rebaja en el salario de Messi y se desprendió de Junior Firpo, Francisco Trincao, Carles Aleñá y Jean Clair Todibo, las nuevas incorporaciones lo complicaron todo nuevamente.

He aquí la visible bronca de Messi con Barcelona. Sucede que el máximo goleador histórico del conjunto catalán está convencido de que el club no hizo todo lo que estaba a su alcance para poder concretar su continuidad. No se movió para vender lo que tenía que vender y sumó contratos millonarios que esfumaron cualquier posibilidad.