Hace rato que Enzo Fernández dejó de ser el futbolista que vimos ganar el premio a Mejor Jugador Joven en el Mundial de Qatar 2022. Esa es una realidad. En el último año, el mediocampista de Chelsea protagonizó una mutación que lo convirtió en un jugador tan diferente de ese que vimos brillar en la Selección Argentina que tocó el cielo con las manos en el continente asiático.
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Enzo Fernández dejó de ser ese jugador que vimos también en Defensa y Justicia, en River e incluso en Benfica, acompañando a Florentino Luis. Porque, a pesar de que mostraba su polifuncionalidad a lo largo de los años, jugando de 5, de interior y también más adelantado, la realidad es que hoy es un jugador completamente diferente. Para algunos es un despropósito de Enzo Maresca ubicarlo casi de delantero en Chelsea, pero el futbolista parece estar feliz.
Lo que sucede es muy sencillo: en el Chelsea actual, es una mentira decir que Enzo Fernández es 5 porque la medular casi siempre estuvo compartida por Moisés Caicedo y un futbolista más. En este caso, por ejemplo, en la final del Mundial de Clubes, fue Reece James quien lo acompañó ahí, no desde el lateral sino desde la mitad de la cancha. A su vez, el argentino casi siempre juega más cerca de Nico Jackson.
En ese contexto, Maresca cree que lo mejor para Enzo Fernández es jugar lejos de la base, siendo un jugador más ofensivo que defensivo. La idea es que participe, la menor cantidad de veces posible, de la circulación de la pelota, lo cual es, para muchos, un despropósito. En pos de ser ese interruptor que activa los ataques, el esférico le llega y él es quien acelera alguna jugada de peligro con un pase filtrado, con una asistencia o con algún remate. Por ende, las estadísticas de Enzo se engrosaron muchísimo en el último año.
Enzo Fernández no solamente terminó el Mundial de Clubes como máximo asistidor con tres pases de gol totales, sino que además suma 17 asistencias y nueve goles en 52 partidos disputados con Chelsea durante la temporada. Ganó dos títulos: además del mencionado certamen internacional, también la Conference League.
Justamente frente a Paris Saint-Germain, Enzo Fernández tuvo la difícil tarea de ser un jugador ofensivo, pero también de anular a Vitinha, la gran figura del mediocampo rival. Aunque tuvo destellos del viejo Enzo, nos quedó muy lejos de aquel que solíamos ver con más de 100 toques de promedio tanto en el Mundial como en la liga portuguesa.
Por ejemplo, para darse una idea, en la final contra PSG dio apenas 13 pases. O sea, su intervención con pelota fue mucho menor a lo que solíamos ver hace un tiempo. Ya no es un líder de orquesta y ya no es un jugador que elabore jugadas, sino que ahora es un futbolista diferente que se encarga de ser un interior, pero con tareas no tanto mixtas sino más bien ofensivas.
Hay una realidad y es que Enzo Fernández se cansó de decir que está muy feliz. El futbolista dijo en recientes declaraciones que está muy contento con la cantidad de goles y de asistencias que tiene y también con el rol que posee. Inclusive, también dejó de ser el 5 de la Selección Argentina porque entre Alexis Mac Allister y Leandro Paredes se reparten la base.
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