Rodolfo D'Onofrio apareció en ESPN F12 para palpitar el Superclásico y hablar absolutamente de todo. A 2 meses de finalizar su ciclo, el presidente de River fue consultado por Augusto César sobre un tema por el que será recordado siempre: la noche de Libertadores en la que se metió en La Bombonera tras el gas pimienta arrojado a los jugadores de la Banda.

"Te la contesto, muy simple. Yo estaba en el palco que estaba al lado de La 12. Habíamos jugado un muy buen primer tiempo y de golpe veo el disparate de lo que ocurrió ahí. Cuando veo, un amigo que es uno de los mejores oculistas de la Argentina, el Dr. Saldivar, que no es hincha de River, me manda 'cuidado con los jugadores que pueden tener una lesión mediana o grave'. Entonces ahí lo único que hice fue bajar esas escaleras. Llegué al vestuario, ví que había un ácido tremendo y ahí me metí en la cancha. Yo me sentía como un padre de esos chicos", confesó el máximo mandatario del Millonario.

"Lo único que hice en la cancha fue preguntarle a Gallardo cómo estaban los jugadores y fui a decirle al árbitro que era el responsable de lo que estaba ocurriendo. Porque los jugadores no podían vivir lo que estaban viviendo", reveló D'Onofrio sobre sus acciones en el campo de juego.

Luego, el presidente aseguró que entendió a los hinchas de Boca que se enojaron con él: "La gente que estaba en la cancha no sabía qué pasaba. Yo sabía porque tenía el televisor y me habían escrito. Me veían en la cancha y pensaban '¿qué hace este loco ahí adentro?'. Yo jamás me hubiera metido, pero me volvería a meter si ocurre de nuevo. Porque eso es un atentado y eso no se lo merece ningún jugador de ningún club".

Posteriormente dio detalles sobre lo que sucedió aquella noche: "Pasa lo que pasa. Salgo del campo de juego y me quedo en el vestuario. Al rato me viene a buscar el presidente de Boca (Angelici) para que lo ayude a buscar a los jugadores que no podían salir porque el capitán de Boca (Cata Díaz) y alguno más, en función de respetar a La 12, no se hacía cargo de los jugadores de River. Eso está clarito".

"Vino Arruabarrena, se acercó, seguía enojado conmigo, yo dije 'Tano, ocupate vos porque no tengo ganas de cruzarlo' y me fui al vestuario. Nos quedamos hasta las 2 de la mañana. Vino Berni a decirnos que nos quedáramos tranquilos que nos iban a dar todo el resguardo. Y nos sacaron con helicóptero y luces iluminando al equipo para llegar al Monumental", explicó D'Onofrio.

Para cerrar, Rodolfo contó el cortocircuito que se generó con Angelici a partir de ahí: "Llegamos a River y dijimos que lo que había que llevarle todo a Conmebol, la documentación. A la mañana siguiente Angelici me llama pidiéndome disculpas y diciendo que todo fue una barbaridad. A las 2 de la tarde lo veo a él con Arruabarrena pegándome, me estaban matando. No sé qué le pasó".