El mercado de pases del fútbol argentino cerró este jueves por la tarde y tuvo a River como uno de los grandes protagonistas. Marcelo Gallardo ejecutó una renovación profunda en el plantel, con cinco incorporaciones de jerarquía, pero también con una “escoba” que barrió a ocho futbolistas del club. Y no todo termina ahí: todavía hay tres jugadores que podrían seguir el mismo camino en las próximas semanas.
A comienzos de semestre, Gallardo tomó la decisión tajante de separar del plantel a varios futbolistas que consideró prescindibles. Algo inédito en su etapa como DT de River. Y ese mensaje se tradujo en hechos: una seria cantidad de incorporaciones (Maxi Salas, Juan Fernando Quintero, Juan Carlos Portillo, Matías Galarza Fonda y Alex Woiski), un promedio de edad que bajó de 29,7 a 27 años y salidas masivas. Factores que moldean el River que se viene.
Igualmente, debe destacarse que dentro de las víctimas de la renovación millonaria, en la lista figuran nombres que no eran parte del plantel actual. Son casos que debían regresar de diferentes préstamos en este mercado de pases pero, al ser notificados que no tendrían lugar, directamente emigraron sin pasar nuevamente bajo las órdenes de Gallardo.
La lista de los que se fueron
Franco Mastantuono: la baja más resonante. El juvenil fue vendido al Real Madrid por 45 millones de euros. La única salida que no respondió a la decisión del entrenador, sino a una oportunidad de mercado que el Merengue no desaprovechó. Se sumará al equipo español en los próximos días.
Leandro González Pirez: tras ser integrado en la lista de prescindibles del Muñeco, rescindió su contrato y firmó con Estudiantes de La Plata para comenzar su segundo ciclo en la institución. A sus 33 años, ya es titular en el equipo de Eduardo Domínguez.
Rodrigo Aliendro: mismo camino que Gonzalez Pirez. También se fue libre y su destino se encontró en Vélez con Guillermo Barros Schelotto. Fue la última salida del plantel.

Aliendro se convirtió en refuerzo de Vélez al no tener lugar en River.
Gonzalo Tapia: nunca logró meterse en la consideración de Gallardo, a pesar de haber llegado a principio de año. Tras un flojo rendimiento, se fue a Sao Paulo de Brasil a préstamo por 18 meses.
Augusto Batalla: su último club había sido el Rayo Vallecano, que decidió ejecutar la opción de compra por 1,6 millones de euros. No vestía la camiseta de River desde 2017, pero seguía ligado por contrato.
Adam Bareiro: En enero emigró a Qatar, donde no hicieron uso de la opción de compra y debía regresar al club. Sin embargo, Fortaleza de Brasil se interesó en sus servicios y compró el 50% del pase del delantero en 1,8 millones de dólares. Puede abonar otros 1,7 si se cumplen objetivos. Su paso por River solamente duró el segundo semestre de 2024.
David Martínez: no regresó de su préstamo en Inter Miami, donde jugó el último año calendario. Ante la sobrepoblación de defensores centrales que existe en el plantel, se sumó a Olimpia de Paraguay, tentado por Ramón Díaz.
Lucas Lavagnino: el arquero de 20 años pasó a Independiente a préstamo. Era el tercer guardameta, detrás de Armani y Ledesma. Firmó en Avellaneda a préstamo por los próximos 18 meses, con una opción de compra de 700 mil dólares por el 55% de la ficha.
Los otros 4 nombres que siguen apartados
La escoba de Gallardo no solo barrió con ocho futbolistas que ya se despidieron de River. También dejó a otros cuatro nombres que todavía se encuentran en una especie de limbo. Se trata de Manuel Lanzini, Matías Kranevitter, Santiago Simón y Matías Rojas, jugadores que siguen entrenándose en Núñez mientras buscan una salida para reencauzar sus carreras. Aunque, cada caso tiene su propia particularidad.

Manuel Lanzini, uno de los nombres con futuro incierto en River.
Lanzini todavía no recibió una oferta que lo seduzca, después de que se enfriaran las charlas con Vélez y no avanzaran los sondeos desde Norteamérica. La misma línea sigue Kranevitter, quien rechazó algunas propuestas que no lo convencieron desde lo deportivo ni lo económico, y espera que en los próximos días aparezca algo más concreto.
La situación de Simón es ambigua, ya que es el único que sigue trabajando a la par del plantel profesional. Pese a que su intención era irse al exterior, el club que más se movió en las últimas horas para llevárselo es Rosario Central ante el deseo de su entrenador Ariel Holan. Por último, el más complicado es Rojas, que no tiene ofertas firmes y se aferra a su contrato: no está dispuesto a resignar su salario para rescindir.

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