Tras la derrota con Huracándel viernes, el hincha de River se quedó mucho más preocupado por la Copa Libertadores que viene que por la caída en Parque de los Patricios. Es que de no mediar una catástrofe el Millonario se clasificará a los cuartos de final de la Copa de la Liga. Mientras que la Libertadores es el gran objetivo del año, con una motivación extra: la posible final en el Monumental.
Lo que el mundo River aún no sabe es si Martín Demichelis aprendió a jugar la Copa de visitante, el gran déficit que tuvo Micho en 2023. En esa edición acumuló 3 derrotas (The Strongest, Fluminense e Inter) y las dos primeras fueron humillantes (3-1 y 5-1), mientras que el único punto que sumó fue un empate milagroso en Lima frente a Sporting Cristal que pudo ser derrota de no ser por Franco Armani.
Esto es lo que más irrita a los hinchas de River hoy que ven cómo su equipo pasó de ser “copero”, casi imbatible con Gallardo en Brasil, a no poder ganar un partido de visitante con el actual entrenador ni siquiera en la Copa de la Liga.
Cuanto más se acerca la Libertadores, el hincha más añora y extraña al Muñeco, no hay vuelta que darle. El fino Demichelis, gran definición de Coco Basile en la semana, deberá convertirse en un estratega copero el martes en San Cristobal para acallar los cuestionamientos del 0-4 en Mendoza contra Independiente Rivadavia, sumada a la caída con Huracán del viernes.
El gol de Walter Mazzanti es una radiografía perfecta de lo frágil que es River a veces defendiendo: tiro libre a favor mal pateado por Esequiel Barco, los dos reboteros que dejó Micho no llegaron a cortar la jugada, Fonseca dudó en derribar al goleador quemero en la mitad de la cancha, golazo y a cobrar. El delantero de Huracán corrió 30 metros solo con la pelota hasta someter a Franco Armani. En la Libertadores no te puede pasar porque marchás, así de simple.
En este contexto, el partido con Deportivo Táchira pasa a ser una final que River no puede perder de ninguna manera porque mutilaría la confianza del hincha de River en mil pedazos para lo que viene.
No importa si Demichelis decide jugar con línea de 5, 4-4-2, o tres delanteros, River debe traerse de Venezuela un triunfo que recupere la moral copera, que le devuelva al hincha de River el orgullo de ser de millonario; no volver a ser un equipo perdedor en la Libertadores como pasaba antes de Napoleón.
Para eso, Micho debe saber armar un equipo copero. Manos a la obra, Martín.