La Selección Argentina campeona del mundo que conduce Lionel Scaloni desató la locura de los fanáticos chinos desde su arribo al país y durante los 90 minutos de juego disputados ante Australia en el Estadio de los Trabajadores de Beijing; con Lionel Messi y Emiliano Martínez como estrellas predilectas.

Estos dos futbolistas fueron precisamente el objetivo del fanático chino que burló la seguridad y logró meterse al campo de juego para chocar su mano con el arquero y llegar a abrazar al capitán, antes de ser interceptado y retirado por ocho policías.

Tras pasarse varias horas demorado por la policía, el chico que llevó puesta la camiseta argentina de Messi contó que su ingreso al campo tuvo por un lado la finalidad de exponer las falencias del operativo de seguridad y por otro la de poder establecer contacto con sus ídolos.

En ese último sentido, admitió que se quedó con las ganas de llevarse además del abrazo un autógrafo de Lionel Messi; objetivo del que lejos está de haber desistido ya que avisó que redoblará la apuesta en el futuro. Me disculpo por mi comportamiento de entrar corriendo al estadio, pero soy fanático de Messi. Me gustaría tomarme una foto con Messi y obtener su autógrafo”, dijo.

Y agregó: “La próxima vez quiero ir a Miami y pedirle un autógrafo a Messi. Pero no voy a correr al campo y repetir el error de hoy, es un mal ejemplo, pido perdón a todos”.