Que se juega como se vive es una afirmación sin demasiado fundamento, pero Diego Cholo Simeone es uno de esos ejemplos que sirven para sostener esa idea. Cuando habla es un calco de los preceptos que tuvo como jugador y hoy repite como entrenador: convicción, entrega y pasión. A continuación, lo más saliente de la entrevista que le hice para D Sports Radio.

Cómo conservar la pasión

El fútbol es mi vida. Un día mi hija me corrigió. Me dijo: “No, papá, tu vida es tu familia”. El deporte me ha acompañado siempre. En el día a día, me levanto con ganas. Cuando estás tanto tiempo identificado con algo, es porque tenés pasión. El día que esto se me apague, me voy a correr porque no sé dar la mitad. Es todo o nada.

¿Cambió la manera de relacionarse con el futbolista?

Sin dudas. Cada día es más emocional. Valoro la calidad técnica y el talento, pero la diferencia es lo emocional. Cada uno de ellos vive vidas distintas a las que vivimos nosotros: cómo relacionarnos con la gente, la información que teníamos, las herramientas que no teníamos y que había que generarlas con creatividad. Ellos lo tienen todo y parecería que es más fácil, pero para ellos no porque es lo que vivieron. Tenemos que estar cerca suyo continuamente. Este año hemos sumado gente para que nos ayude a tener más visión, cercanía y relación de la línea para afuera. Creemos que es una faceta a tratar y que es determinante. Hay chicos que creen que son Maradona, no los ponés y parece una frustración total. Cuando después tienen que entrar, esa frustración está en el cerebro y no rinden en su mejor versión. Hay que lograr que los que están afuera se nutran de cosas importantes. Para eso, desde mi lugar, el cambio es abrir la cabeza mucho más que antes. Antes éramos más cerrados. El entrenador no tenía que intervenir ni agobiar, pero hoy tenés que estar. Ellos te necesitan. Hay veces que me cuesta porque soy de la vieja guardia, pero tengo que evolucionar y acercarme a ellos.

Las críticas y el “fin de ciclo”


El año pasado fue difícil, pero llegamos a cuartos de final de Champions, salimos terceros en la liga española, cuando Barcelona y Real Madrid empezaron a recuperar lugares. Y ese es un año conflictivo nuestro porque nosotros lo llevamos a que sea así porque nos tocó salir campeones. Es complicado ser campeón con Atlético Madrid porque, cuando pasa eso, aparece un problema. No aparece algo mejor. No estás acostumbrado. Para el Real Madrid, Barcelona o el City es normal porque los futbolistas salen campeones y tienen el mismo contrato. No van a mejorarlo. Cuando nosotros salimos campeones, todos van en la búsqueda de mejorar su contrato, “si no, me voy”. El club no quiere perder jugadores. Ha pasado en el fútbol argentino también. Es muy difícil sostener a los jugadores importantes.


¿Estás más tranquilo?

A veces me miro al espejo antes de los partidos y digo “¿Cómo me voy a poner nervioso antes de los partidos? Llevás 11 años”. No me pongo ansioso. Cuando vienen las etapas de vértigo y situaciones complejas, son los momentos más tranquilos. Cuando estamos tranquilos y percibo que hay un ambiente de pasividad, ahí no me siento tan cómodo. Los ves caminar, los ves en el vestuario, comiendo, cuando se relacionan, cuando llegan al partido. Hay entrenamientos que marcan la ilusión de un equipo que quiere salir campeón. Mañana podemos perder, pero eso se te instala. ¿Cómo logro el llegar a salir campeón? Lo tenés que entrenar. ¿Cómo? Ganando en los entrenamientos, en los duelos con tu compañero, los reducidos, las posesiones, enojándote. Si te da igual perder en el entrenamiento, te va a dar igual perder en el partido.


¿Hacia dónde va el juego?

Al juego lo hacemos cada vez más complejo todos. La creatividad y libertad que teníamos 15 años atrás hoy ya es mentira que exista. Los espacios ya están cubiertos. La creatividad es en esta zona y no donde vos quieras. La velocidad del juego y la parte defensiva evolucionaron. Cada día son menos permitidos los espacios de libertad y creatividad. Antes decíamos “si tengo uno que no corre, me la aguanto”. Hoy la tenés complicada. Si hoy no ocupás bien los espacios, el otro los ocupa bien y te gana el partido. “Controlar el partido” no es hacerlo de una sola manera. Muchas veces creen que es teniendo la pelota. Controlar el partido es controlar el juego y hay un montón de situaciones dentro de un juego de partido. Lo posicional y lo defensivo es importante. Llevar al otro a jugar el partido que vos querés jugar, más allá de que al ojo le parezca que lo domina el otro, pero no lo controla. Cada día crece más. Si no te nutrís y evolucionás en búsqueda de lo que va sucediendo, perdés contra cualquiera. Todos los equipos juegan bien y tienen una búsqueda y una identidad que no cambian. Vos ves un equipo que va último en la tabla y decís “estos no van últimos, estos juegan bien”. Tendrán facetas que no pueden cumplir bien y ahí caen.


Entender el juego

Muchas veces, los entrenadores buscamos que los jugadores entrenen situaciones del juego, pero donde nos tenemos que detener es en que las entiendan y que las incorporen. Si yo te digo “tenés que hacer esto”, lo hacés y mañana te olvidás porque no terminás de entenderlo. Nuestra búsqueda es comprender por qué lo hacemos. A partir de eso, sale y corrés menos. Si lo empezás a sentir, se hace carne.


Las estadísticas

Las estadísticas físicas me marean un poco porque nunca se valora con la pelota, pero sí hay un patrón. En la liga, nosotros somos uno de los equipos que más corremos, pero eso no quiere decir que seamos mejores. El Madrid es un equipo de mitad de tabla en la intensidad, pero es el mejor porque juega bien, se la pasan entre los del mismo color. Sí me ayuda con algunos patrones, como por dónde atacan los equipos, por dónde sufren, si tienen línea alta o baja, las tendencias en la pelota parada. Los pases son un número. Si no tienen un final, no tienen fundamento. Una vez miraba al Betis de (Quique) Setién, que pregona un fútbol posicional y de tenencia de pelota. Él protesta contra el contragolpe, contra el equipo que juega defensivo y después contraataca. Mirando un partido dije “pero este hombre juega al contragolpe con la pelota”, que es lo mismo que jugar al contragolpe sin la pelota. Es atraer para generar espacios.


¿Por qué tiene tanta superioridad moral tener la pelota?

Por ustedes. Han implantado que el que ataca con la pelota es mejor que el que defiende y ataca sin la pelota. Se generan posicionamientos de mucha gente que cree que el fútbol es de una manera y, a partir de esa creencia, el otro no existe y le falto el respeto. Cuando no podés superar al otro, te empezás a enojar. Entonces, mejorá tu juego para poder superar el mío.


Gestionar temporada con Mundial

Hay un plantel conformado para que todos puedan competir. Hablé con ellos. Creo que va a ser un Mundial mucho más bonito porque agarra a los futbolistas en su plenitud y no con el cansancio de toda la temporada arriba. Les digo que la mejor manera de llegar es dando el máximo en lo que te toca hoy porque ¿cómo hacés para cuidarte? Es difícil ir a una pelota dividida y poner o no poner la pierna. Es difícil entenderlo cuando estás tan cerca, pero les transmito que lo más importante es el ahora.


La selección

Scaloni se fue ganando el gestionar las emociones de un grupo plagado de muy buenos futbolistas. Le dio confianza a un grupo renovado. Lionel (Messi) se encontró con un grupo nuevo, diferente a aquel que lo acompañó, y seguramente le reavivó su entusiasmo y su ilusión, que se ve reflejado en el día a día. Se transmite de adentro hacia afuera una comunión entre ellos que se necesita, se quiere y que nos gusta como argentinos: que el grupo está fuerte y convencido, que juegue quien juegue se tiran de cabeza, que hay una idea concreta de lo que van a hacer. Scaloni, en esa faceta y con todos sus acompañantes, no tengo ninguna duda que tuvo una capacidad de gestión y de transmitir lo que quería sobre el campo que hoy es implacable.
 

¿Cuánto influye tener un equipo de trabajo?

Cuando mejor rodeados estamos, mejores somos. No tenemos la razón siempre. Necesitamos ser provocados y tener gente que no piense igual, pero que sí tenga el mismo objetivo. Eso te hace pensar. Sobre todo, hay que tener fidelidad. Hoy parece una palabra antigua. Encontrar gente fiel en este mundo, que es cada vez mas egoísta, es muy complejo.


Giovanni Simeone

La ilusión de ir al Mundial no la va a perder, más allá de que no fue convocado. Está peleando sus últimas opciones para demostrar que es competitivo, que puede ser un buen recambio, que es delantero de área, que tiene gol. No es casualidad que haya llegado a Napoli sin pretemporada. Es un grandísimo equipo y lo están demostrando. Enseguida se incrustó y, sin tener las características que tiene todo el juego del equipo, él es importante porque hace goles. El gol no tiene precio y no se compra en ningún lado.

Getty

Getty


¿Messi comprende el juego más y mejor ahora que antes?

Siempre entendió el juego. Siempre fue muy especial para entender dónde había que ganar el partido. Yo lo miraba caminar cuando estaba en Barcelona y el tipo estaba leyendo el partido, no estaba caminando. Estaba sabiendo que el crecer del partido lo iba a encontrar más fresco a él para ganarlo. Por eso es el mejor del mundo. La edad le ha dado más maduración. Hoy tiene menos arranque de esos determinantes que tenía, pero no va a variar su capacidad de seguir viendo más que el resto.

¿Quién gana el Mundial?

Ojalá que sea Argentina, pero va a ser un Mundial duro. Los equipos europeos tienen un ritmo de juego muy alto. Hay selecciones que son fuertes y creo que está ahí, entre un europeo y Argentina o Brasil.

Europeo con más chances.

Francia todavía no demostró todo lo que tiene. Alemania me gusta. Son muy fuertes y tienen un potencial ofensivo muy grande.

Hablar con los jugadores como si fueran sus hijos.

Sí, pueden ser mis hijos tranquilamente. Muchas veces, relaciono situaciones que le pasa a mi hijo. Hablamos a partir de ese lugar.


Te encontrás con el Simeone de 11 años, ¿qué le decís?

Vas a ser feliz.