Michael Phelps estuvo preso tras ganar 28 medallas olímpicas y ahora es empresario

Miles y miles de deportistas sembraron su grata historia dentro de los Juegos Olímpicos, donde lograron conseguir una diversa cantidad de medallas. Pero en la vida de Michael Phelps todo cambió después del retiro. Luego de convertirse en el máximo ganador de medallas doradas en una sola edición, algo que logró en Beijing 2008, nada fue como en su esplendor.

A lo largo de toda su carrera, donde disputó las citas olímpicas de Sidney 2000, Atenas 2008, Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, obtuvo 28 medallas y, entre todas las disciplinas que participan, es el deportista que más galardones obtuvo. En el único certamen que no logró meterse en el podio fue en el que se llevó a cabo en Australia, pero así como estuvo en el Olimpo de la gloria, su vida tuvo un giro de 180 grados.

Cuando se encontraba cursando el sexto año de la escuela primaria, el oriundo de Baltimore fue diagnosticado de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), que es un tipo de autismo que no le permite a los niños concentrarse en sus tareas, y a pesar de que no lograba permanecer quieto en clase, podía nadar hasta tres horas en la piscina luego de la escuela. A raíz de ello, cuando tenía 10 años, se había convertido en un nadador clasificado a nivel nacional.

El mundo entero conoció a Phelps por lo que hizo dentro del agua, pero también fue protagonista de dos detenciones por conducir en estado de ebriedad. Y en la segunda ocasión, que se produjo en octubre de 2014, eso le valió una suspensión que lo marginó del Mundial de Kazán 2015. Incluso, perdió muchísimo dinero que recibía por los patrocinios y el que también percibía a través de la Swimming Union of the Americas.

Michael Phelps en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. (Getty Images)

Ya retirado de la profesión, pero mientras mantiene el récord de las medallas olímpicas, las cuales son 23 de oro, a sus 39 años es un exitoso empresario de ropa deportiva. Además, posee su propia línea de indumentaria de natación.

En el mientras tanto, cuando disfruta de sus tiempos libres, Phelps aprovecha para jugar al golf, como así también se lo ha visto como espectador en distintos circuitos de Fórmula 1 y en partidos de baseball.

Michael Phelps en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016. (Getty Images)

Sin duda alguna, la vida de Michael Phelps cambió por completo. Pero lo que no se pudo modificar fue el enorme legado que dejó dentro de las piscinas, más allá de que en la actualidad se esté buscando en Caeleb Dressel a su sucesor. Sin embargo, el oriundo de Green Cove Springs sostuvo en más de una ocasión que, por sus asombrosos números, entiende que intenten considerarlo como el nadador del futuro, pero que él no es el nadador apodado como ‘El tiburón de Baltimore’.