Alexis Sánchez volvió a demostrar que pese a la adversidad, que pese a lo relegado que lo tiene su entrenador Simone Inzaghi, su calidad está intacta y cuando se le confía una misión, él la cumple al pie de la letra.
Mientras el Inter de Milán vencía por la cuenta mínima al Spezia, a los 59 minutos el estratega italiano decidió mandar a la cancha al Niño Maravilla en reemplazo de Joaquín Correa. Desde el primer momento en la cancha, el chileno se vio ganoso y con muchas ganas de aportar.
De sus pies nació el segundo gol del Inter, cuando se juntó con Iván Perisic y este con Lautaro Martínez (también vino del banco) para que el formado en Racing Club demostrara su olfato goleador y pusiera las cosas 2-0.
Pero Alexis no se iba a quedar así, y pese a que había sufrido una fuerte falta, el delantero nacional se paró y siguió corriendo lo suficiente para que Martínez le devolviera la gentileza y cara a cara con el portero rival lo venciera con ajustado remate.
El gol del tocopillano fue a los 73 minutos y en virtud del tanto, Inzaghi mandó al campo de juego a Arturo Vidal para controlar las acciones.
Con la victoria, el Inter de Milán llegó a 69 puntos quedándose en la punta del torneo a la espera de lo que haga el Milan ante el Genoa.