El Estadio Monumental de Ecuador, donde es local el Barcelona de Guayaquil es el escenario designado para acoger la gran final de la Copa Libertadores 2022. Sin embargo, el recinto presenta preocupantes retrasos en los avances de la refacción de su infraestructura, por lo que en Conmebol estudian una medida drástica.
Según informó Globoesporte de Brasil, desde el ente rector del fútbol sudamericano analizan la posibilidad de cambiar la sede del partido de definición del máximo certamen de clubes a nivel continental.
“Guayaquil corre el riesgo de no ser sede de la final de la Libertadores 2022. Barcelona SC, propietaria del estadio, no ha cumplido con los requisitos de la Conmebol”, publicaron este martes.
Lo que inquieta en Luque es “la infraestructura de transmisión” de la señal televisiva, sumado a temas de iluminación del estadio y la falta de espacios establecidos para los medios de comunicación. Por esa razón, en Brasil apuntan que no sería raro un cambio de sede y que “hay reuniones continuas a lo largo del día para tratar el tema”.
En Ecuador intentan dar mensajes de tranquilidad, pero lo cierto es que en la Confederación Sudamericana de Fútbol no están conformes con los trabajos realizados en el reducto y meditan seriamente este cambio a sólo tres meses de que se juegue la final.
Si Guayaquil pierde la final, en Conmebol piensan el estadio Nacional de Santiago como opción, aunque también aparecen Sao Paulo y Buenos Aires, ciudades que ofrecen muchos escenarios para elegir. Cabe señalar que el reducto de Ñuñoa estará disponible en un par de semanas y por eso no tiene problemas para recibir el partido.
En la ANFP han intentado mejorar sus relaciones con los personeros a cargo del fútbol sudamericano desde que Chile tuvo que bajarse de la realización de la final del 2019 por el estallido social. Tanto Pablo Milad como Sebastián Moreno ofrecieron el país para distintas competiciones continentales.
Por otra parte, en Ecuador tienen prevista una segunda fase de trabajos, pero recién en el mes previo a la final. Por ahora, no hay voces oficiales ni de la FEF ni Conmebol al respecto, aunque de seguro el tema comenzará a dar que hablar.