Byron Castillo ha tenido unos últimos meses para el infierno desde que se supo el reclamo de la ANFP a la FIFA por su inscripción y acta de nacimiento, las cuales revelarían que en efecto el jugador es colombiano y podría acarrearle una serie de inconvenientes a futuro.
El jugador no lo ha pasado nada bien dentro de la cancha, donde hace un par de semanas salió llorando tras cometer un penal ridículo, aunque el fin de semana pasado fue figura con el Barcelona de Guayaquil.
Ahora, Gustavo Alfaro lo convocó para la gira de amistosos que tendrá el Tri en Norteamérica y, si bien se pensó en un principio que el jugador no se podría unir al resto de sus compañeros por una serie de asuntos legales pendientes que tenía en Ecuador, finalmente sí lo podrá hacer.
El origen el problema para el buen Byron es una orden de arraigo por un juicio de paternidad y alimentos en curso, la cual no le permitía abordar el avión con rumbo a Estados Unidos para poder unirse a sus compañeros y el técnico Alfaro.
Finalmente, Castillo pudo resolver el problema con su denunciante, María Segunda Palacios, pero no le salió gratis: tuvo que dejar un Hyundai Sonata Híbrido, el cual no se podrá vender hasta que Byron vuelva a Ecuador con la selección ecuatoriana y se sume de vuelta a los trabajos del Barcelona de Guayaquil.
De esta manera, Byron Castillo no suma respiros en su carrera y espera que los tres partidos que tendrá frente a Ecuador sean una especie de redención para un jugador que ha estado en el ojo del huracán en los últimos meses.