Tras varias semanas de incertidumbre, este lunes se dio a conocer el lapidario informe entregado por el polémico Felipe Gonzálezde lo ocurrido en el partido entre Universidad de Chile y Universidad Católica por los cuartos de final de la Copa Chile, llave quese desarrollóen elestadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso y días después enEl Teniente de Rancagua.
El juez central del duelo entre los azules y cruzados consignó una serie de incidentes ocurridos en el compromiso que terminó con la clasificación del elenco dirigido por Sebastián Miranda (3-2 en el global).
“Al minuto 5, al momento que se precedía a reanudar el juego, desde la galería sur, sector donde se encontraba ubicada la barra del equipo Universidad Católica lanzan al terreno de juego fuegos artificiales (tres bombas de estruendo) impactando en el césped, a pocos metros del guardameta de Universidad de Chile, Sr Martín Parra”, detalló González en su escrito.
“Al minuto 6, se llama a los Capitanes de ambos equipos para informar que el partido se suspende de forma definitiva, esto, visado y validad por el Comisario de la Federecación de Fútbol de Chile. El señor Parra debió ser trasladado en ambulancia pública a un centro de salud”, agregó.
Con todo esto, el partido se trasladó a Rancagua, donde González dio a conocer en el informe que reanudó el encuentro desde el minuto seis y explicó las razones de las expulsiones deEmmanuel Ojeda y Fabián Orellana.
“Fabián Orellana: Ser culpable de conducta violenta; Luego de recibir una infracción, reacciona lanzando el balón contra el pecho de un adversario. Mientras que de Emmanuel Ojeda indicó que empleó lenguaje ofensivo, grosero u obseno y/o gestos de la misma naturaleza”, apuntó el réferi.
Ahora, habrá que esperar la sanción que tendrán ambos jugadores por parte del Tribunal de Disciplinade cara al futuro.
