Belén Mora tuvo una sincera conversación con la Revista Sábado de El Mercurio, momento en el que analizó sus últimos meses de vida y admitió que ha sido una etapa crítica, en la que ha tenido que enfrentar complejos momentos, incluso más allá del mar de pifias que recibió en el Festival de Viña 2023.
¿Qué confesión hizo Belén Mora?
Luego de ese bochornoso momento en el escenario de la Quinta Vergara, Mora explicó que junto a su pareja Francisco Toto Acuña y sus hijos emprendieron rumbo a la Región de O’Higgins, para pasar unos días allá y recuperarse del golpe.
“Dedicamos un día, nos tiramos en el pasto, como a las cuatro de la tarde, a la sombra de un árbol y dijimos: ‘ya, hablemos de todo, hablemos de la huevada’. Ahí descansé, decanté, lloré, analicé, profundicé, reflexioné, pensé en mi hijo“, admitió la ex Morandé con Compañía.
También reconoció que “venía con una acumulación de emociones contenidas tan grande, que Viña fue la gota que rebasó el vaso. Ahí bajó todo y empecé a llorar por cada cosa… boté, boté, boté, boté”.
“Mucha gente me preguntó si me había quedado hasta el final (de su rutina en Viña) porque pensaba que lo iba a dar vuelta, pero no, me quedé porque quería ver de dónde venían las pifias, porque no las veía, solo las escuchaba“, planteó.
Viña no fue lo más crítico
La comediante venía viviendo complicaciones desde hace meses. Pero uno de los momentos más difíciles fue cuando su pequeño hijo Rafael tuvo que someterse a una cirugía por una cardiopatía.
“Era una operación programada, pero se alargó su estadía en la UCI porque tuvo complicaciones. Entonces parte de la rutina presentada en Amazon, yo la escribí en la UCI“, explicó.
Además, confesó que “pensé: ‘esto hay que hacerlo’… quizás es una forma de pensar equivocada, pero en el mundo de la actuación hay muchas personas esperando, entonces si a una se le da una oportunidad como esta, la tiene que tomar. Y también para mí el trabajo es terapia: me terapea hacer reír”.
Si bien Mora ya lo había hablado previamente, en la misma conversación ahondó en el hecho de padecer bipolaridad, “pero me estoy sanando”, resaltó.
“Hoy me siento más tranquila, más vulnerable, a ratos me siento más débil y a ratos más fuerte, pero siento que, para todos estos procesos, estos traumas, estas situaciones límite que uno vive, uno debe trabajar para sacarle lo mejor… y en ese proceso estoy“, sostuvo.
Eso sí, “no quiero quedarme en lo malo, sino que de lo malo sacar una lección. Estoy siendo súper responsable conmigo, porque siento que el año pasado me dejé de lado… Es tan terapéutico hacer reír, pero a veces te das cuenta de que mientras más haces reír al resto, menos te estás haciendo cargo de lo que te está pasando“.
“A veces utilizamos el sentido del humor como mecanismo de defensa y ahora me siento sin ese mecanismo de defensa”, remató.
