Aún siguen los coletazos que dejó el partido entre Universidad Católica y Palmeiras por la ida de los octavos de final de Copa Libertadores disputado este miércoles en el Estadio San Carlos de Apoquindo. En un encuentro donde el elenco local fue superior al vigente campeón del certamen, pero que nuevamente pecó de la falta de de gol en el arco rival y contra un rival como el brasileño puede costar caro en instancias como estas.
La polémica se desató en el minuto 35, cuando una jugada dentro del área cruzada terminó con una mano de Germán Lanaro tras un remate de un jugador de Palmeiras. En ese momento, el uruguayo Andrés Matonte y juez central de cotejo, comenzó a escuchar lo que desde el VAR le estaban comunicando. Pasaron varios minutos y el oriental se decidió ir a revisar la situación.
Tras el chequeo, confirmó la pena máxima a favor del conjunto paulista, mientras que los jugadores cruzados y el DT Gustavo Poyet discutían por el cobro. Recordemos que en marzo, la FIFA modificó el reglamento de las manos en el área y que ahora no todas lo serían, pues antes de aquellono había excepción.