Hace años que se especulaba con el regreso de Marcelo Díaz a Universidad de Chile, hasta que se dio este 2024, luego de una década en el extranjero.
En tiempos que el cuadro azul ha lidiado más con vergüenzas y sufrimientos, que con orgullos y alegrías, la llegada del volante cubre suficientes espacios que el plantel no tenía cubiertos. Diez espacios, para ser precisos.
Un solo jugador no te puede asegurar el éxito, estamos claros, pero hay un desde que los dueños de la U no se dieron el tiempo de considerar hasta ahora. Quizás siguen sin considerarlo, pero Díaz se encargará de demostrarles el tiempo que perdieron.
Acá te contamos las 10 misiones, los 10 roles y la decena de funciones que ocupa la persona de Chelo Díaz:
1– Ídolo: Desde Johnny Herrera en 2011 que no se veía un regreso tan potente a los azules. Casualmente ese mismo año Díaz volvió al equipo tras un préstamo a La Serena.
Un jugador que se metió en el corazón de la gente a través de buenas actuaciones y títulos, siendo que lo segundo es importante, pero no fundamental. Y por una razón muy simple: no hay que ser campeón para ser ídolo, porque de ser así muchos equipos no tendrían y la misma Universidad de Chile no hubiera generado de aquellos durante los 25 años que no ganó la liga. Y tiene, por ejemplo, a Sandrino Castec y Mariano Puyol.
En el plantel actual, no había ídolos. Llegó uno.
2- Capitán: Volvemos al ejemplo de Herrera, pero acá para mencionar su partida del equipo en 2019. Se fue y la jineta pasó a Matías Rodríguez, quien la compartió en su momento con Walter Montillo. Fue el fin de muchos años donde Universidad de Chile tuvo ídolos o referentes con la jineta.
Tras ello pasó a jugadores que no necesariamente eran titulares y/o que no eran representativos del club. Algo que pareciera no ser importante, lo es y mucho, porque ese sujeto representa a sus compañeros tal como en su momento lo hicieron Luis Musrri o José Rojas.
En el plantel actual, no había capitán. Llegó uno.
3- Ejemplo: Ser ídolo te relaciona con los hinchas. Ser capitán te relaciona con tus compañeros. Y ser ejemplo, es eso y más. En los últimos días Pepe Rojas posteó en sus redes sociales una foto de Díaz para saludarlo por su llegada a los azules. Fueron compañeros en uno de los periodos más exitosos del equipo y se acordó de él.
Que un ex capitán, y con la historia de Rojas en la U te apoye al volver, vale mucho, porque se siente representado en quien regresa al equipo y eso no se vio con otro jugador en estos años lejanos de éxitos. En el plantel actual, no había ejemplos que hubieran nacido en el club. Llegó uno.
4- Volante: Desde Walter Montillo en 2020 que no llegaba al club un mediocampista que ilusionara a la gente. Hablamos de un tipo con calidad que aporte. No una apuesta que hay que esperarla un par de meses a ver si resulta. Suma también que el refuerzo sea un jugador que ya conozca al equipo, con lo que no necesita adaptación.
Llega un volante que genera fútbol, que pide la pelota, que asiste, que no se esconde, que quiere ser protagonista, que marca diferencias. ¿Cuántos jugadores así ha tenido la “U” en esa zona en los años sin títulos? Sólo la Ardilla. En el plantel actual, no había un volante distinto. Llegó uno.
5- Exitoso: Marcelo Díaz vuelve a la “U” habiendo jugado en Suiza, Alemania, España, México, Argentina y Paraguay, y ganando la liga local con el Basilea, Racing y Libertad. Además fue bicampeón de América con la Roja siendo protagonista.
No todos los años llegan jugadores con un registro así. Sobre todo tras la Ley Bosman. Ni a la U ni al fútbol chileno. Esto suma a un plantel que precisamente está falto de eso, de éxitos. Tener de compañero a alguien exitoso es una oportunidad de contagiarse, de querer ser cómo él, de tener una referencia. En el plantel actual, no había alguien exitoso en el extranjero. Llegó uno.
6- Canterano: Si algo se le critica a las Sociedades Anónimas es que no invierten en inferiores y la llegada de Díaz es la demostración que en algún momento se hizo bien la pega.
Hay que apoyar a los jóvenes en su formación, darles herramientas para que cuando sean profesionales puedan desempeñarse de la mejor forma. A ver si con el regreso del volante pasan dos cosas: que Sartor invierta en series menores y que los juveniles se motiven a seguir los pasos de alguien que comenzó tal como ellos.
Lo primero suena imposible, lo segundo depende de cada jugador. En el plantel actual, hay canteranos, pero ninguno que dé esperanza.
7- Vocero: Ser experimentado en un camarín de inmediato te da la chance de ser un tipo que se haga notar. Algunos jugadores son de bajo perfil y prefieren no hablar con los medios de comunicación.
Otros, todo lo contrario, hablan cuando se les requiere. En el caso de Díaz desde su regreso ha dado varias entrevistas y me quedo con aquella donde halagó a Cristopher Toselli y Matías Zaldivia. Estos jugadores, en un camarín sin referentes azules, fueron los que arengaron a sus compañeros antes de los clásicos, siendo que ellos tenían pasado en esos clubes. En el plantel actual, faltaba una voz azul. Llegó una.
8- Caudillo: Todo equipo necesita al menos uno, más en años de malos resultados, de pelear descensos. Sin Herrera y habiéndose desecho de Montillo la “U” se quedó sin nadie. Eso es grave porque en momentos de presión siempre hay alguien que asume la responsabilidad, lo que libera a los compañeros.
Los azules en el último año no tenían en su capitán a ese caudillo y lo terminaron buscando en jugadores que fueron exitosos en los clásicos rivales. Históricamente Universidad de Chile, aún perdiendo la categoría en 1988 tuvo un caudillo, y casi siempre de casa. En el plantel actual, faltaba uno. Y llegó.
9- Consejero: Hace unos meses, producto de la salida de Cristóbal Campos del equipo, Johnny Herrera mencionó que al portero le faltó apoyo en el camarín. ¿Quién lo iba a apoyar? Cuando el hoy comentarista de TNT Sports subió al primer equipo fue compañero de Sergio Vargas, Ronald Fuentes, Luis Musrri, Leonardo Rodríguez y Pedro González, por nombrar algunos.
¿A quién tenía Campos? A nadie. Si el jugador cometió un error, tendrá que hacerse cargo, pero en ese camino, vale mucho un consejero que con su experiencia ayudará a pensar mejor las cosas. En el plantel actual, faltaba alguien que tomara ese rol. Llegó uno.
10- Refuerzo: Si miramos los siete jugadores que llegaron a la U este año, a priori, sólo hay un refuerzo. El resto son incorporaciones y/o apuestas pensando en tener al fin un año mejor que los anteriores. Díaz es refuerzo por las nueve razones ya compartidas.
Es increíble pensar que en cinco años ningún jugador con las cualidades del volante llegó al equipo. Y debe ser porque no lo creían importante, de lo contrario, no hubiera pasado tanto tiempo. Un equipo, el que sea, siempre debe tener un futbolista al menos con las características de Díaz.
Porque independiente de los resultados, el hincha necesita verse reflejado en alguien en la cancha. Y sólo con el amistoso ante Unión Española, ya quedó claro lo que significa Carepato para la gente azul. En el plantel actual, faltaba alguien como Díaz. Hasta que volvió.