Fue uno de los refuerzos que llegó a Universidad de Chile a comienzos de temporada tras muy buenas temporadas en Ñublense, en las cuales ayudó al club chillanejo a retornar a primera división, como también pieza clave en la clasificación por primera vez de los rojos a una Copa Libertadores.
Y fueron esas buenas campañas, que provocaron que uno de los equipos más grandes del país haya puesto sus ojos en Federico Mateos, mediocampista argentino oriundo de Boulogne Sur, al norte de Buenos Aires.
Llegó a Chile el año 2018 a los 25 años de edad en una época donde los Diablos Rojos estaban en el Campeonato de Ascenso. Paulatinamente se fue ganando un lugar y convirtiéndose en pieza fundamental del cuadro del Ñuble.
Fue así entonces, como a inicios de temporada se transformó en un refuerzo para la U. De inmediato surgieron algunas críticas por su rendimiento y es que cómo se gastó un puesto de extranjero en un jugador como él. Si bien, no ha deslumbrado, poco a poco fue solidificando su funcionamiento y asoma como un hombre interesante para Mauricio Pellegrino en la segunda mitad.
No obstante, se pensaba que a mitad de año, Mateos ayudaría mucho a la U con el tema de la nacionalización y así liberar un cupo de extranjero, algo que finalmente no ocurrirá, ya que si bien el futbolista comenzó a realizar los trámites, la oficialización que será un nuevo compatriota, tendrá que esperar, a lo menos, hasta el 2024.
Un pequeño, minúsculo problema, ya que al menos se pensaba que el ex Ñublense aportaría mucho con esa noticia, que tendrá que seguir esperando. De todos modos, en la U entendían que era complejo resolver ese tema en este año 2023.
Por mientras, Federico Joel Mateos ya vive el período de vacaciones y al igual que el resto de sus compañeros, volverá a comienzos de junio para proyectar los desafíos que tienen los azules.