La carrera del futbolista profesional implica varios sacrificios. Muchas veces, por distintas cuestiones relacionados a la práctica deportiva, los jugadores terminan perdiéndose eventos importantes de sus familiares, como así también las fiestas de Navidad o Año Nuevo. De hecho, más de una vez un jugador transcurre prácticamente un año sin poder ver a sus seres queridos. 

Brian Lozano llegó a México el 17 de diciembre de 2015, con una gran expectativa generada por su juego demostrado en Defensor Sporting. Sin dudas, fechas complicadas si es que quería pasar las fiestas con su familia, ya que a pesar de que el futbolista le pidió al América la vuelta a su tierra natal Uruguay, las Águilas se lo negaron. 

En diálogo con ESPN, Lozano reveló que pasó aquel 24 de diciembre en total soledad en un hotel: “Al llegar, me encontré con una realidad muy diferente. Yo estaba acostumbrado a estar con mi familia, siempre rodeado de gente. Mi contratista pidió que pudiera volver a mi casa para pasar las fiestas de fin de año con mi familia y me dijeron que no; el 24 de diciembre lo pasé encerrado en un hotel”. 

“Llegué de los Juegos Panamericanos, me puse a mirar noticias del supuesto interés del América, miré el club y vi que era una locura. De Defensor Sporting al América era un cambio muy grande que me puso contento y a la vez nervioso”, contó el uruguayo, quien disputó sólo 9 encuentros con el azulcrema. 

Su irregularidad en América hizo que Lozano vuelva a su país para jugar en Nacional y, al cabo de dos años, terminó retornando al país azteca para ponerse la playera de Santos Laguna.