Sebastián Saja es una de las pocas personas que puede decir que le fue bien en casi todos los equipos por donde pasó. El portero argentino logró ser campeón internacional con San Lorenzo, en su Argentina natal, como también campeón local con Racing. Sin embargo, en América no tuvo esa suerte.  

Luego de haber sido escogido como el mejor arquero de toda América en el 2002 y un breve paso en Europa, las Águilas apostaron por él en julio del 2004, sin saber que en su plantilla tuvieran a alguien que pasaría a la historia. 

Un joven Guillermo Ochoa ya había demostrado sus habilidades y, el Chino Saja, no pudo sostener el puesto ante la emergente joven figura que, además, ya era el capitán de la selección nacional Sub-20. 

En el medio hubo cambios de entrenadores, ya que Óscar Ruggeri, compatriota de Saja, decidió contratarlo debido a sus excelentes actuaciones en el pasado. Con la salida del campeón mundial y la llegada de Mario Carrillo, Ochoa se hizo con el puesto. 

La realidad marca que Ochoa se convirtió en uno de los mejores porteros de la historia mexicana y, en cambio, Saja culminó su carrera en el Real Zaragoza español, con seis títulos bajo sus brazos. Actualmente, se convirtió en entrenador y ya tuvo dos pasos entre Guaraní de Paraguay y Agropecuario del ascenso argentino