La charla se fue para ese lado cuando a Martín Palermo le preguntaron por cómo venía siendo el contacto con la gente desde su vuelta al país hasta que comenzó la cuarententa. "Un poco el habitual. Si me voy a quedar en el país, si voy a volver a Boca algún día... Cuando vas a cualquier lugar, al supermercado, la farmacia o un restaurante, siempre hay un hincha de Boca que te dice algo. O te agradece por un gol. Pero también me pasa con el hincha de fútbol en general. No sólo me piden fotos los de Boca, también hubo hinchas de River, de San Lorenzo", soltó para despertar la curiosidad del entrevistador de Diario Olé.

Y claro, el 'Loco' sabe muy bien que es querido por todos los argentinos, más allá de que al escuchar su nombre, uno se imagina la camiseta del Xeneize. "Creo que me gané el respeto del hincha en general. Por lo que fue mi carrera y quizás mi último paso por la Selección, con Diego. Ese Mundial... Que uno de River te pida una foto es también reconocer lo que uno hizo, pero también cómo me porté dentro de la cancha y afuera. Nunca un hincha de otro equipo me gritó algo malo en este tiempo. Pude tener situaciones de locura, pero bueno, era yo, jajaja. En las declaraciones, siempre traté de ser respetuoso", dijo para explicar el por qué cree que se da todo esto. 

Además, recordó el gol anotado a Perú en el último minuto, bajo la lluvia, que significó la clasificación de la Selección Argenitna al Mundial de Sudafrica 2010 nada más y nada menos que con Maradona en el banco de suplentes. "Yo creo que todo eso ayudó a que el hincha en general me viera de otra forma. Jugar un Mundial con 36 años, la chance que me dio Diego, hizo como que mi última imagen como jugador no sólo quedara identificada con Boca. Tomó otra dimensión. Pero está claro que el cariño del hincha de Boca es incondicional. Siempre", agregó.

Tras haber pasado por Godoy Cruz, Arsenal, Unión Española de Chile y Pachuca de México, el eterno goleador aguarda en su tierra natal por una nueva oportunidad para seguir ganado experiencia como DT. Y claro, sueña con el club de sus amores. ¿Miedo? No sabe de eso. "Sé que puede suceder que el día de mañana las cosas no sean tan exitosas como cuando fui jugador. Pero el hincha no debería confundirse: goles ya no hago más, ni voy a poder hacer lo que hacía antes, dentro de la cancha. Es otra circunstancia, otro momento. Lo que yo podía resolver con un gol, ahora no lo voy a poder solucionar como DT. En ese momento di todo, las cosas salieron bien, ganamos muchas cosas, pero como entrenador puede que sea de otra manera...", explayó.

Usando lo que sucedió con los Mellizos Barros Schelotto y Arruabarrena como ejemplo, el 'Titán' cerró dejando en claro que no le pesa poder manchar su gran pasado como futbolista en el club: "Guille, el Vasco, vivieron lo mismo. No me quita el sueño. No es que por eso no voy a dirigir a Boca. De hecho, es algo que deseo. Boca y Estudiantes, por ser hincha, son los dos clubes que me gustaría dirigir en algún momento y el tiempo dirá cuándo... Pero también hay 20 o 25 equipos de acá que puedo dirigir. Estoy abierto a esas posibilidades".