La Copa del Mundo de Rusia 2018 fue un auténtico caos para la Selección Argentina. En primera instancia, el combinado Albiceleste clasificó para dicho evento con mucho sufrimiento, pero, una vez en el mismo, no encontró el rumbo y fue probando variantes en plena competición. Finalmente, y, luego de superar la fase de grupos de manera agónica, quedó eliminado en octavos de final luego de perder ante Francia -posteriormente el campeón- por 4-3 en un auténtico partidazo-.

En aquel Mundial, Jorge Sampaoli, el director técnico de la Selección Argentina, sorprendió a propios y extraños con la inclusión de Wilfredo Caballero en el equipo titular. Lamentablemente para él y para todo el país sudaméricano, el portero surgido de las divisiones inferiores de Boca Juniors protagonizó un blooper realmente histórico que derivó en el gol de Croacia, en un partido que los europeos -luego finalistas y subcampeones- ganarían, de manera clara y contundente, por 3-0.

Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia. (Foto: Getty)

Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia. (Foto: Getty)

Ahora, casi dos años después de esa Copa del Mundo, Caballero, ya con 38 años de edad, dialogó con 'TyC Sports' y repasó lo acontecido en aquel momento: "Los argentinos tenemos una cuestión que no es de amor por los colores sino de fanatismo y mediante el fanatismo hablamos o destruimos en cuestión de segundos. Y eso está mal: no permitimos el error y a través del error mejorar o ser mejores. Seguro que está mal porque es muy difícil de cambiar ya que es una cuestión de educación".

"Es difícil ser el entrenador y no puedo opinar en ese partido. Sampaoli creyó que sacarme era lo más conveniente, lo hizo y ya está. Si yo fuera fanático lo hubiese mandado a la mier... pero no lo soy, vivo de esto y trato de respetar a mis compañeros. El que entró hizo las cosas muy bien para jugar. En mi carrera me pasó que muchos entrenadores decidieron buenamente y malamente ponerme o sacarme, nunca pregunté y siempre lo asumí", continuó exteriorizando el experimentado arquero.

"Entonces, en ese momento, lo asumí y traté de apoyar al que le tocó jugar. Ojalá que en algún momento pueda ser entrenador para estar en ese lugar", completó Caballero, que también supo defender las porterías de Elche, Arsenal de Sarandí, Málaga y Manchester City, sobre su salida luego de la dura caída ante Croacia y el ingreso de Franco Armani, que atajó contra Nigeria y frente a Francia.