Sorprendiendo a más de uno de sus hinchas, River, a mediados del 2015, anunció y confirmó a través de sus redes sociales el arribo de Lucas Alario a la institución. Luego de un marcado paso por Colón de Santa Fe, el Pipa llegó al Millonario de forma más que modesta. Los hinchas de La Banda, al ser una apuesta de nada más ni nada menos que Marcelo Gallardo, eligieron creer.

El tiempo, a la larga, le dio la razón al Muñeco. El goleador argentino, con el correr de los partidos y los meses, fue cobrando un protagonismo único y terminó siendo una de las principales figuras del primer equipo de Núñez durante mucho tiempo. Sin embargo, en el 2017, luego de dos años de amor entre el futbolista y los hinchas, algo se rompió.

Alario, optando progresar un poco más en su carrera como futbolista profesional, armó las valijas y emprendió viaje hacia Alemania. Allí lo esperaba el Bayer Leverkusen, que había comprado su pase. Escribiendo y siendo parte de las páginas más exitosas y doradas de River en el último tiempo, Lucas decidió dar por culminado su ciclo allí. Pese al aprecio que existía por él, muchos seguidores del Millonario se fastidiaron por la forma en la que el jugador se despidió.

En diálogo con Radio Mitre, Alario, rememorando su partida del cuadro argentino, indicó que por su parte no existe ningún tipo de disgusto latente con el Millonario o alguien de allí: "Después de venir para Alemania no hablé con Gallardo. Conociéndolo no creo que se haya enojado cuando me fui de River. De mi parte está todo bien. Le deseo lo mejor a la institución".

Deshaciéndose en elogios a la hora de hablar de Gallardo, una de las personas más importantes con las que tuvo la posibilidad de trabajar, el artillero cerró: "Es uno de los mejores entrenadores del mundo. Me marcó muchísimo en mi carrera, me hizo crecer mucho, tiene esa facilidad de sacarle lo mejor a cada jugador. Gracias a él y a mis compañeros tuve la chance de venir a Alemania".