La fiesta del atletismo indoor llegó a su fin en Belgrado. El Mundial ecuménico sobre pista cubierta se desarrolló este fin de semana en Serbia. Y, como siempre, hubo fiesta entre la pista y el campo. Sobre todo, el campo, claro, donde Armand Duplantis y Yulimar Rojas volvieron a vestirse de superatletas y rompieron las plusmarcas de salto con garrocha y triple salto, respectivamente.

El Stark Arena de Belgrado fue un hervidero entre el viernes 18 y el domingo 20 de marzo. Con 680 atletas (372 hombres, 308 mujeres), el Mundial tuvo en el genio sueco de 22 años la oportunidad de romper la barrera de los 6,19 metros que había conseguido el 15 de febrero de 2020 en Glasgow.

Desde entonces, Mondo, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, había intentado hasta en 17 reuniones -cuatro en 202 - y 48 ocasiones superar los 6,19 metros. Empezó tranquilo, con 5,61 metros pero sin competencia. Salvo la suya, la propia, la que tenía a Mondo versus Mondo, Duplantis contra Duplantis. Pasó a 5,85 y luego a los 6 metros. Era el momento de situar la varilla en 6,20. Esa altura maldita que venía resistiéndose sistemáticamente, casi de manera casi caprichosa. Incluso, Duplantis ejecutó dos nulos y logró quebrarla en el tercer intento. El brasilero Thiago Braz logró 5,95 metros para quedarse con la plata mundial, mientras que el bronce fue para Chris Nilsen, de Estados Unidos, con 5,90 metros.

“Creo que he intentado los 6,19 metros 50 veces y ha tardado mucho en llegar. Nunca he tenido una altura que me haya dado tantos problemas, así que es una sensación muy buena. Fue una lucha muy dura en estos últimos dos años. Estoy muy feliz”, dijo Duplnatis. El heredero del ucraniano Serguéi Bubka, que llevó el récord mundial desde los 5,85 hasta los 6,14 en una década prodigiosa (1984-1994), sirve como botón de muestra de una plusmarca que aumentó 20 centímetros en este período para mostrar que una de las razones es que el salto con garrocha no tuvo la innovación tecnológica que se vio y se ve en otras disciplinas. La gran modificación, claro, fue en 1960 a partir del paso de las pértigas de bambú a las de fibra de vidrio, en donde todo salto es pura física para trasnformar la energía de la carrera en la que se dobla la pértiga para devolver y lanzar hacia arriba al atleta como si fuera una catapulta con los pies hacia arriba y la cabeza hacia abajo.

Con este récord, Duplantis estableció su cuarta plusmarca mundial: 6,17 metros en Torun en febrero de 2020, seguido de 6,18 m una semana después en Glasgow, 6,19 m en Belgrado y ahora 6,20 m.

La otra estrella de este fin de semana, sin dudas, fue la venezolana Yulimar Rojas, medalla de oro y récord mundial sobre pista abierta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Luego de dos nulos, la venezolana de 26 años volvió a hacer historia. Pidió palmas, encaró la corredera y voló hasta los 15,74 metros para rubricar un nuevo récord del mundo. Por mucho, superó los 15,43 metros que ella misma había logrado en Gallur, Madrid, hace dos años.

La triple saltadora de 1,92 metros de estatura engloba altura, velocidad y potencia con una soberbia elasticidad. “Te diré la verdad, no lo sé por qué se da en el último salto, como también sucedió en Tokio 2020. No se sintió diferente, pero es el salto a la gloria. Tal vez algún día seré conocida como 'la chica del sexto salto'. Siento que nací para saltar 16 metros. Esto es lo que me inspira a inspirar a otros a lograr sus sueños y ayudar a que el atletismo siga siendo el mejor deporte del mundo”, contó la venezolana que fue escoltada en el podio por la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk (14,74 metros) y la jamaicana Kimberly Williams (14,59 m).

En otras disciplinas, se destacaron Marcell Jacobs se quedó con la final de los 60 metros llanos. Reciente medalla olímpica en Tokio 2020, el italiano superó al estadounidense Cristian Coleman -doble campeón mundial de 100 metros- por muy poco. De hecho, empataron en tiempo, 6,41 segundos, y decidieron las milésimas, concretamente 3: 0.407 del italiano contra las 0.410 del defensor el título y plusmarquista mundial de la distancia. El bronce fue para el otro estadounidense, Marvin Bracy, con 6,44 segundos. “Este oro mundial es mágico, pero también fruto del trabajo. Lo importante era demostrar a todos que los éxitos de Tokio no fueron casualidad. Este resultado también es fruto del gran trabajo a nivel mental, agradezco a todo el equipo este sueño", detalló el italiano.

Jacobs, oro en los 60 metros llanos (Getty Images)

Jacobs, oro en los 60 metros llanos (Getty Images)

En salto en alto se impuso el surcoreano Sanghyeok Woo, quien se impuso con 2,34 metros sobre el suizo Loïc Gasch y Gianmarco Tamberi, ambos con 2,31 metros, aunque el suizo se quedó con la plata por menor número de nulos.

La gran sorpresa se dio en lanzamiento de bala. Cuando todos esperaban que el estadounidense Ryan Crouser, invicto hacía dos años y récord del mundo tanto al aire libre como bajo techo, fue el brasileño Darlan Romani el que más lejos lanzó el implemento a 22,53 metros para quedarse con el oro mundialista, seguido por Crouser y el neozelandés Tomas Walsh, ambos con 22,31 metros.