El 3 de junio de 1978 quedará marcado para siempre en la historia grande del fútbol de Perú. Aquel día, en el Estadio Chateau Carreras de Córdoba
(hoy Mario Alberto Kempes), Teófilo Cubillas convirtió el gol más emblemático de toda la historia del país.
El Nene, emblema de aquel equipo que disputó el Mundial de Argentina, anotó el 3 a 1 que sería definitivo en el importantísimo triunfo frente a Escocia. La calidad de ese tiro libre, lo impredecible del remate y la reacción de los presentes hicieron de este tanto uno de los mejores goles de la historia de los Mundiales.
“Las personas que vieron las imágenes se preguntan qué me decía Muñante antes del disparo. Lo que me dijo fue que él lo quería patear, pero yo le respondí: ‘Ya vi por dónde va a pasar la pelota’. Cuando el arquero colocó la barrera, pude ver el hueco por dónde iba a ir el balón”, supo expresar Cubillas sobre la decisión de ejecutar dicho tiro libre de aquella particular manera.
Tras esto, Perú igualó ante Holanda y luego goleó por 4 a 1 a Irán, lo que le permitió acceder a la próxima fase como líder de su grupo. Allí fue emparejado con Argentina, Brasil y Polonia, pero la suerte no fue la misma: perdió los 3 partidos y terminó en el último lugar, lo que le valió la eliminación.
Cubillas burló toda la barrera de Escocia (IMAGO)
¿Quién fue Teófilo Cubillas?
Cuando se habla del fútbol peruano, es imposible no mencionar el nombre de Teófilo Cubillas, uno de los más grandes ídolos del deporte nacional. Nacido el 8 de marzo de 1949 en Puente Piedra, Lima, Cubillas es un símbolo de talento, humildad y entrega al fútbol. Apodado “El Nene”, su legado ha traspasado fronteras, siendo recordado no solo por su destreza dentro de las canchas, sino también por su capacidad de liderar a la selección peruana en sus mejores momentos.
Los primeros pasos de una leyenda
Cubillas comenzó a mostrar su habilidad desde muy joven. Su pasión por el fútbol lo llevó a integrarse en las divisiones menores de Alianza Lima, uno de los clubes más importantes del país. Su debut profesional con el equipo blanquiazul fue en 1966, cuando apenas tenía 17 años. Desde ese momento, su talento fue innegable, demostrando una capacidad técnica superior y una visión de juego que lo destacaba entre sus compañeros.
En 1970, con solo 21 años, ya se había consolidado como una de las grandes promesas del fútbol sudamericano. Ese mismo año, participó en su primer Mundial, México 70, torneo que marcaría su carrera.
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Brillando en los Mundiales
Uno de los momentos más recordados de Cubillas fue su participación en los Mundiales de 1970 y 1978. En México 70, Cubillas fue una de las principales figuras de la selección peruana que alcanzó los cuartos de final , donde cayó ante el poderoso Brasil de Pelé. Sin embargo, su desempeño le valió el reconocimiento internacional, anotando cinco goles en el torneo y siendo nombrado el Mejor Jugador Joven del Mundial.
Ocho años más tarde, en el Mundial de Argentina 1978, volvió a ser protagonista. Cubillas anotó cinco goles, incluyendo este memorable tiro libre ante Escocia. Con 10 goles en dos torneos mundiales, Cubillas se convirtió en uno de los máximos goleadores históricos en Copas del Mundo, consolidando su lugar entre los grandes del fútbol.
Cubillas es considerado el mejor jugador de la historia de Perú (Getty)
La era dorada de Cubillas en Alianza Lima y su paso por el extranjero
El vínculo de Cubillas con Alianza Lima es uno de los más fuertes en la historia del fútbol peruano. Con los “íntimos”, Cubillas ganó múltiples títulos y se consagró como el máximo ídolo del club. Sin embargo, su talento no pasó desapercibido a nivel internacional. A mediados de los años 70, fue fichado por el FC Basilea de Suiza, donde dejó una buena impresión, y luego por el Oporto de Portugal, donde continuó brillando y expandiendo su leyenda.
Después de su paso por Europa, Cubillas jugó en el Fort Lauderdale Strikers de la NASL en los Estados Unidos , donde coincidió con figuras legendarias como George Best y Pelé . En ese periodo, el fútbol norteamericano vivió una efervescencia gracias a la llegada de estas estrellas internacionales, y Cubillas no fue la excepción, ganándose el respeto y cariño del público estadounidense.
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Legado y retiro
Teófilo Cubillas se retiró oficialmente del fútbol en 1986 , pero su influencia en el fútbol peruano perdura hasta el día de hoy. Es, sin duda, uno de los referentes más grandes que ha tenido el país, y su figura sigue siendo un ejemplo para las nuevas generaciones. En 1982, tuvo una breve aparición en el Mundial de España, pero no logró repetir las hazañas de torneos anteriores. Sin embargo, su carrera estaba lejos de necesitar un último empujón, pues ya estaba escrito en la historia del fútbol mundial como uno de los mejores mediocampistas ofensivos de su época.
Cubillas también ha tenido una vida fuera del fútbol dedicada a causas benéficas y al fomento del deporte en el Perú. Incluso ha sido embajador de la FIFA y sigue siendo un representante del fútbol peruano en el ámbito internacional.