En tiempos de cuarentena, la Copa del Mundo Brasil 2014 está volviendo a repetirse en toda la Argentina. Un motivo de felicidad agridulce en tiempos donde no se puede salir de la casa a causa del coronavirus. Ese Mundial significó la primera vez en 24 años en que la Albiceleste llegó a una final del máximo torneo que tiene el fútbol. Un camino que llenó de alegrías a todos los argentinos, pero que el desenlace fue el menos querido.

Ricky Álvarez, mediocampista que estuvo en la lista de 23 jugadores de la Selección Argentina de aquel Mundial, recordó una anécdota del último partido de la fase de grupos: cuando la Albiceleste enfrentó a Nigeria el 25 de junio del 2014 en el Estadio Beira-Rio de la ciudad de Porto Alegre. Aquel día, los de Alejandro Sabella ya estaban clasificados para los octavos de final, pero ganar era clave para quedarse con el liderato del Grupo F. 

"Me acuerdo de que en la entrada en calor se me acerca el profe y me dice: 'Mirá que Leo está con un problema físico, capaz jugás vos'. No me paré de mover por si me tocaba, era una responsabilidad grande jugar por él", contó el hoy jugador de Vélez en una transmisión en vivo que hizo desde su cuenta oficial de Instagram. Sabella, lejos de menospreciar ese partido, jugó con lo mejor que tenía para buscar ese primer puesto contra el equipo africano, que de ganar hubiese superado al argentino.

¿Qué pasó finalmente? Messi terminó jugando y Álvarez empezó desde el banco de suplentes. El Diez y capitán de aquella selección abrió el marcador a los tres minutos y justo antes del entretiempo marcó el 2-0. Pasada la hora de juego, Sabella mandó a la cancha a Ricky por, precisamente, Messi, quien se perdió sus únicos minutos en toda la competición que después lo pondría como subcampeón en el Maracaná.

"Eso fue lo máximo de mi carrera. Jugar un Mundial, haber estado entre los 23 fue un sueño impresionante, increíble", finalizó el futbolista, que hoy con 31 años está de vuelta en el fútbol argentino, pero que nunca más pudo volver a hacerse un lugar en el conjunto nacional. No obstante, ese logro de haber estado en un equipo subcampeón del mundo fue la máxima consagración para él.