Tyson Fury decidió dar marcha atrás con la decisión de retirarse del boxeo profesional que habpía manifestado en la previa de su pelea ante Dillian Whyte y también después de vencerlo por nocaut técnico en el sexto asalto, el pasado 23 de abril en el Estadio de Wembley.

Lo hizo para intentar concretar una trilogía ante Dereck Chisora, peleador al que ya enfrentó y venció en dos oportunidades, cuando todavía no era campeón mundial, en 2011 y 2014. Se cree que esa pelea podría servir de reacondicionamiento para que el Rey de los Gitanos vaya a buscar un objetivo mucho más ambicioso: pelear por el campeonato mundial indiscutible de peso pesado ante el ganador de la revancha entre Oleksandr Usyk y Anthony Joshua.

Atento a los planes de Fury, otro viejo rival apareció para pedirle revancha, asegurando que si toma la trilogía ante Chisora no estará realizando un combate competitivo. Se trata de Otto Wallin, quien lo tuvo a maltraer en septiembre de 2019, provocándole un profundo corte en la ceja, pero que terminó cayendo en decisión unánime.

“Me lo merecí con mi actuación en la primera pelea. Le di más golpes a Fury que nadie en toda su carrera. Lo corté gravemente en dos lugares y la pelea podría haberse detenido fácilmente.De hecho, si hubiera tenido yo esos cortes la pelea seguramente habría sido detenida”, comenzó diciendo en diálogo con Lord Ping.

Y agregó: “Cuando peleé contra Fury, nunca había estado en ese nivel antes y solo había peleado una ronda en 18 meses antes de esa pelea. Ahora he ganado experiencia peleando contra Fury y ganando otras cuatro peleasdespués de eso.