En una transición del partido donde pasaba poco, México dio vuelta el resultado y llegó al 2-1 gracias a su arma más letal: la pelota detenida, con la que ha lastimado y mucho este mes. A partir de un tiro libre desde la izquierda, el ‘Tri’ logró el segundo gol de la noche ante Estados Unidos, para ponerse arriba en la final de la Copa Oro.

El tanto del triunfo de la Selección Mexicana apareció por la cabeza de Edson Álvarez: el capitán del combinado nacional conectó el centro luego de un anticipo de un compañero. De inmediato, el juez de línea invalidó la conversión por una presunta posición adelantada y todos en el NGR Stadium pidieron una revisión precisa.

Eso hizo la tecnología, que mientras el árbitro esperaba una comunicación de sus colegas, determinó a través del VAR que no había offside y que el tanto de Álvarez era total y completamente legal, más allá de que su posición respecto a su marcador era muy fina. Con la confirmación, Edson salió corriendo a festejarlo y terminó siendo el gol de la victoria definitiva.

La decisión del VAR hizo enloquecer de bronca a Mauricio Pochettino y toda la banca de los Estados Unidos, que revisando la jugada en la tablet consideraban que no había manera de dar por válido el tanto de México. Sin embargo, la tecnología es precisa y su sentencia fue favorable al equipo que terminó ganando el partido y quedándose con el título de la Copa Oro.

Minutos después, la transmisión internacional dio otra toma de las líneas de la tecnología y mostró cuál fue el criterio para tomar el lugar de Edson Álvarez y ratificar la conquista del volante mexicano ante Estados Unidos. Las rayas del VAR señalan que el jugador del West Ham lo hizo en buena ley y que la Selección Mexicana triunfó en buena orden el encuentro.