Este sábado, en el Dignity Health Sports Park de Carson, California, Andy Ruiz regresó a los cuadriláteros después de un año y cuatro meses con una victoria ante Chris Arreola, por puntos en decisión unánime, que vuelve a ponerlo camino de una nueva oportunidad mundialista, aunque para ello deberá superar algunos exámenes más en el futuro cercano.

Su entrenador Eddy Reynoso ya había manifestado en la previa de la pelea que si había algo que no faltaba en la continuidad de la carrera del Rocky Mexicano eran opciones para pelear. La pelea favorita para los fanáticos sería ante el también excampeón mundial Deontay Wilder, aunque este está pujando por poder concretar finalmente su trilogía de combates ante Tyson Fury.

Si en cambio nos guiáramos por las palabras del padre de Andy Ruiz, las miras se orientarían hacia Dillian Whyte, quien viene de quedarse con el título interino del CMB después de noquear a Alexander Povetkin en la revancha. “No quiero especular con quién iría después, pero Dillian Whyte ha estado hablando mucha porquería sobre que quiere vencer a mi hijo y estoy seguro que Andy le va a dar una golpiza. Si me estás escuchando, Dillian, te lo repito, Andy te va a dar una golpiza. Iremos por ti", había dicho este.

Hay otras dos opciones, que también involucran a peleadores de jerarquía, que parecen incluso más probables en el corto plazo que las dos anteriores, especialmente por tratarse de dos peleadores que, como Ruiz, pertenecen a Premier Boxing Champions: Luis Ortiz y Adam Kownacki.

El cubano Ortiz tiene un récord profesional de 32 victorias, 27 de ellas por nocaut, y tan solo dos derrotas. Sus únicos dos traspiés fueron ante Deontay Wilder, en peleas de campeonato y viene de ganar en su última presentación ante Alexander Flores por nocaut en el primer round. El polaco Kownacki viene de perder su invicto en su última presentación, pues cayó por nocaut técnico en el cuarto asalto ante Robert Helenius.