Pese a haberlo derrotado en decisión unánime en 2019, Naoya Inoue había mostrado mucho respeto por Nonito Donaire en la previa de la revancha que los puso cara a cara este martes en la Súper Arena de Saitama, llegando a decir incluso que era el mejor peleador al que había enfrentado en toda su carrera.
Tan seriamente se tomó el Monstruo Japonés el combate de unificación de títulos mundiales en la división de peso gallo que terminó despachando al Flash Filipino como si hubiese sido cualquier otro, sin darle ninguna opción en los menos de dos asaltos que duró el combate, antes de una definición brutal.
Sobre el final del primer asalto, Donaire mostró no resistirle la pegada al local y se fue a la lona. Su salvación no fue otra que la campana, que le permitió recuperar algo de aire para salir a batallar el segundo asalto. Pero no hubo batalla, porque Naoya Inoue lo recibió con otra seguidilla de golpes de poder.
Lo liquidó cuando el segundo round no había completado su primera mitad. Con un gancho cortito de mano izquierda sobre el rostro, lo noqueó de pie. Porque Donaire mantuvo el equlibrio solo para que El Monstruo se le fuese encima y le descargara nueve golpes más, antes de definirlo con otro gancho de izquierda que lo mandó a dormir.
El árbitro ni siquiera hizo unso de la cuenta de protección y dio por finalizado el combate, para que Inoue se subiera al encordado para dedicar a los fanáticos japoneses la espectacular victoria que le permitió arrebatar a Donaire el título mundial del CMB que ahora añade a los que ya ostentaba de la AMB y la FIB. ¿Próxima parada? Ser indiscutible.