Si de deportes históricos y legendarios se habla, entonces el boxeo tiene su lugar asegurado en la mesa principal de la conversación. El pugilismo data de siglos de antigüedad, ya que inició allá por el 1800 y desde entonces se ha posicionado como una de las disciplinas más trascendentes en el planeta, pero en los últimos tiempos esa tradición parece haber perdido un poco de terreno, al extremo de que muchos llegan a poner en duda si la actividad está acabada y en un punto muerto para siempre o si sigue siendo lo que era.
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El boxeo no atrae, pero no hay que darlo por muerto
Cuando se habla de estas cosas, es fundamental aclarar que cualquier opinión es válida, debido a que se trata de discusiones subjetivas y de apreciaciones completamente distintas, por lo que no existe una verdad absoluta. Ahora bien, eso no significa que cada uno vaya a resignar sus razones y en este caso se elige creer que el boxeo todavía tiene su mística y que no hay que darlo por muerto.
Nadie en su vida brilló desde el principio hasta el final. Es normal tener momentos de dudas, de incertidumbre, pero lo importante allí es encontrar las fuerzas o los puntos positivos para tomarse de ahí y volver a florecer. ¿Dónde están las buenas del boxeo? Canelo Álvarez, Oleksandr Usyk, Tyson Fury, Gervonta Davis, Naoya Inoue, Terence Crawford.
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Sí, es cierto que no son nombres que en su totalidad llamen la atención de todo el mundo como para ser capaces de paralizar el tiempo para querer verlos en acción. Por supuesto que los más seguidores del deporte sí lo harán, pero el secreto está en entender que aquellos espectadores que no siguen el día a día, pero que cada tanto desean ver un buen combate, cada vez tienen menos opciones y eso es lo que preocupa.
Gervonta Davis será el gran atractivo de aquí a fin de año en el boxeo. (GETTY IMAGES)
La realidad es que en el presente es muy difícil organizar el plan de elegir ver una velada de boxeo, porque los protagonistas no son capaces de enamorar. Otro factor muy interesante es que hace no demasiado, los mejores se enfrentaban con los mejores y por estos tiempos las guerras entre promotoras, los miedos de los campeones de perder sus reinados y las pocas capacidades de los retadores a las coronas, generan que los combates se vuelvan un tanto aburridos, previsibles y eso va en contra de lo que se espera.
Lógicamente que esto es un negocio, pero cuando se comienza a priorizar el aspecto económico para que todos se queden con una porción del pastel y, de a poco, se va olvidando a lo que hace a la disciplina que es el público que la acompaña hace años, es ahí donde se comienza a tirar de una cuerda que cada vez está más tensa y corre con el riesgo de cortarse del todo. No es lo recomendable porque generalmente no hay vuelta atrás.
El público prefiere ver a Mike Tyson de 58 años antes que una velada normal
No por nada la pelea que tuvo Mike Tyson ante Jake Paul generó millones de visitas. Todos querían ver en acción nuevamente a la leyenda que supo marcar la infancia y la vida de muchos amantes del boxeo que recordaron viejos tiempos viéndolo nuevamente en acción. Esas guerras que supo dar Iron Mike son las que se extrañan y las que faltan hoy en día.
El combate que tuvieron Jake Paul y Mike Tyson sirvió para volver a ver a la leyenda en acción. (GETTY IMAGES)
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Con todos los datos sobre la mesa, alguna vez se popularizó la frase “que no panda el cúnico” para expresar que no hay que temer y eso es lo que se intenta alentar desde aquí. Pese a los negocios, promotores, boxeadores que arriesgan poco con los rivales que eligen y una calidad técnica que muchas veces queda en deuda, hay que seguir confiando en el el boxeo dará un giro de 180 grados, encontrará nuevamente el rumbo que le permita obtener una enorme popularidad mundial y que las noches de Las Vegas tengan ese sabor que entregaban hace no mucho tiempo. Paciencia… Paz y ciencia...