Con su victoria en decisión unánime del último domingo ante Luis Ortiz, a quien mandó a la lona en tres ocasiones, Andy Ruiz no solo logró mejorar considerablemente la imagen que había dejado en su presentación anterior ante Chris Arreola, aunque también terminó en victoria por la misma vía, sino además convencerse de que puede volver a emprender el camino que lo lleve a un título mundial.

El combate ante el cubano era de hecho eliminatorio al título mundial de peso pesado del CMB que ostenta Tyson Fury, por lo que tarde o temprano el Rocky mexicano podrá hacer valer ese derecho, si bien sabe que el británico tendrá al menos dos compromisos previos: una pelea en diciembre y la pelea por el campeonato mundial indiscutible ante Oleksandr Usyk en la primera mitad del año próximo.

Andy Ruiz, quien se separó del Canelo Team para entrenarse a las órdenes de Alfredo Osuna, sabe que no puede esperar al momento de pelear con Fury, pues la poca continuidad que ha tenido en los últimos dos años y medio lo hizo retroceder varios escalones en el escalafón mundial, además de darle mayores dificultades en la preparación para una nueva pelea.

"A mi última actuación le daría una 'B'. Venía de un año de descanso. Estaba peleando contra un veterano fuerte que golpea fuerte. Es zurdo, el primer zurdo al que me enfrento. En realidad estaba diciendo que me iba a derribar. Él no hizo eso una vez. Solo agradezco a Dios que pude dejarlo. No conseguí el nocaut pero gracias a Dios obtuve la victoria", comenzó diciendo en diálogo con BoxingScene.

Y agregó: "Para mí es tiempo de volver al gimnasio. Me sentí oxidado después de no haber peleado por un tiempo. Planeo ser más activo en el futuro, ya sea peleando contra Wilder o cualquier otra persona que se cruce en mi camino. Quiero ir directamente al gimnasio de nuevo. No sentí que estaba al cien por cien, pero obtuvimos la victoria. Solo quiero mantenerme ocupado".