Max Verstappen no tuvo un buen inicio de fin de semana, ya que apenas si pudo correr en las Prácticas Libres de este viernes, luego de haber sido el ganador en el Gran Premio de Emilia Romagna. El neerlandés, último campeón mundial, quiere alcanzar a Charles Leclerc en lo más alto del Campeonato de Pilotos, pero este viernes tuvo una jornada para el olvido.

Después de unas prácticas en las que casi no pudo estar en pista, Max Verstappen explicó lo sucedido: "Tan pronto como salí de boxes, no podía realmente girar. Los frenos estaban en llamas. Simplemente no fue un buen día”, analizó. Además, el neerlandés no ocultó su decepción: "Es extremadamente doloroso, especialmente en un circuito como este, donde quieres pilotar mucho, aprenderte la pista, orientarte”.

El coche de Max Verstappen volvió a darle dolores de cabeza a Red Bull, y el piloto neerlandés reconoció: “En resumen, no dimos más de cinco vueltas cronometradas hoy. No es eso lo que queremos. Por supuesto, intentaré recuperar el tiempo perdido, pero no es fácil. No es solo que todos hayan conducido más que nosotros, sino que no tenemos ninguna información sobre mi coche para saber qué hacer. En definitiva, es extremadamente doloroso".

Asimismo, el jefe de Red Bull, Christian Horner, ahondó en los inconvenientes que sufrió Verstappen: "Tuvo un problema por la mañana, por lo que sustituimos la caja de cambios y una de las partes del coche por precaución, y luego tuvo un problema hidráulico nada más salir de boxes, que lamentablemente dañó los frenos traseros. Afortunadamente con las banderas rojas no se perdió tanto respecto al resto, pero es frustrante no tener ese tiempo en la pista".

Esperanza de cara a la clasificación

Pese al dolor de cabeza en las prácticas libres del viernes, Horner se mostró optimista de cara al sábado: “Probablemente demos algunas vueltas más de lo habitual en la FP3. Es un circuito urbano, hay que orientarse. Sabemos lo bien que Max se adapta a las nuevas pistas, seguro que recuperará el tiempo perdido”, reconoció.