La historia de la Cenicienta del futbol mexicano no se ha terminado y la noche de este domingo escribió un nuevo capítulo en el que Atlas puede seguir en ese sueño del que no han despertado desde el pasado 12 de diciembre del 2021, cuando rompieron ese maleficio de 70 años sin levantar el título de Liga.

La Academia se propuso transformar su historia y renovar sus votos con La Fiel, que si bien siempre presumió no vivir de copas sino de la pasión que su equipo les provoca, hoy tiene nuevos argumentos para jurarle fidelidad toda la vida a un equipo que después de generaciones de hinchas que pasaron incansablemente, les da la alegría de poder gritar a los cuatro vientos que son campeones una vez más, los Bicampeones del futbol mexicano.

 

La Furia llegó a Pachuca con dos goles de ventaja que hacían sospechar que el título estaba a 90 minutos, pero esa relación inentendible con el sufrimiento no podía quedarse fuera, había que tragar aceite, apretar los dientes y resistir los embates de un rival más que digno como lo fue Pachuca.

Para el segundo tiempo los Zorros navegaban en un mar de tensión, pero desde una cabecera sur pintada de rojo y negro siempre vino el grito que hizo sentir a su equipo que no estaba solo, que si era necesario todos se iban a colgar del travesaño de Camilo Vargas para que el empate no llegara y darían el último aliento para que la pelota entrara si se ponía caprichosa.

 

 

Conforme el cronometro avanzaba y el partido se hacía viejo, en la Bella Airosa los Rojinegros veían cada vez más cerca la otra orilla, pero a 10 minutos del final el destino dictó que tendrían que sufrir todavía más para poder bordarse la tercera estrella. Aníbal Chalá se fue expulsado y el cierre sería a todo o nada.

En los minutos finales fue una catedra de manejo de partido de los de Diego Cocca y Pachuca simplemente no tuvo ninguna posibilidad de arrebatarle a La Academia lo que por derecho se ganó en 180 minutos cardiacos, tensos, muy a lo Atlas. Al final de todo, después de tanto sufrimiento, Atlas es Bicampeón y si te lo explico no lo entenderías.