Es un hecho que los resultados negativos de la Selección Mexicana Femenil y la Sub-20 varonil no ayudaron a la permanencia de Gerardo Torrado al frente de las Selecciones Nacionales, al igual que la de Ignacio Hierro y Luis Pérez, y por ello llegaron sus despidos sin muchos titubeos, pero todo indica que hubo otros factores de peso que habrían abonado de manera significativa para que Yon de Luisa, titular de la Federación Mexicana de Futbol, tomara esta decisión.
Con información de El Francotirador, se dio a conocer que uno de los elementos que no ayudó para que Torrado y compañía siguieran al frente de los equipos mexicanos habría partido de una fuerte llamada de atención por parte de los propietarios de las televisoras más importantes de México, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego, quienes también forman parte de la junta de dueños del futbol mexicano.
Pero esto no habría sido lo único que no le ayudó al exfutbolista de Cruz Azul para que se diera su salida, pues de acuerda a esta columna tampoco habría abonado su actitud con el entrenador sudamericano, Gerardo “Tata” Martino, pues prácticamente le tenía un exceso de respeto al timonel de la Selección Mexicana Mayor varonil, pues nunca se había atrevido a contrariarlo y mucho menos debatirle algún tipo de decisión o idea.
Esta situación no le habría agradado nada no sólo a los dueños, sino tampoco al propio Yon de Luisa, por lo que era posible que se repitiera lo mismo que pasó con estos cuadros aztecas en el Mundial de Qatar, por lo que prefirieron cortar antes por lo sano previo a que el desastre se hiciera aún más grande, pues en Monterrey, nadie fue capaz de detener las malas decisiones de Mónica Vergara para que pudiera reaccionar a tiempo.
Dichas decisiones hicieron que el Tata Martino se sintiera por demás a gusto pues había conseguido imponer sus reglas y su sistema, lo que derivó en que no tuviera contrapesos, y mucho menos dudas o cuestionamientos incómodos, lo que lo tenía más que feliz. Incluso tal fue la falta de personalidad de Torrado que este no era invitado a las reuniones previas para decidir las convocatorias, pues no había conseguido tener importancia y mucho menos aplomo ante los ojos de Martino.