Amanda Anisimova (12°) recordará por siempre el 10 de julio de 2025 como el día en el que alcanzó su primera final de Grand Slam, apenas con 23 años y en uno de los torneos más prestigiosos de la temporada como lo es Wimbledon. La estadounidense venció a Aryna Sabalenka (1 del mundo) 6-4, 4-6 y 6-4 en 2hs38m para meterse en la gran definición del certamen que se disputa en Reino Unido y ponerle la cereza al postre a una porción de su vida muy movilizante.
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La historia de vida de Amanda Anisimova: del dolor a la gloria
Nacida un 31 de agosto de 2001 en New Jersey, Amanda practica el tenis desde que es una niña, hecho que le permitió desarrollar sus capacidades desde muy temprano y poder llegar a debutar como profesional con 16 años. Ya para 2018 consolidó su posición dentro de la WTA y pudo colocarse entre las 100 mejores de la clasificación del tenis femenino.
En 2019 llegó el peor momento de su vida y carrera, porque de manera inesperada falleció su padre Konstantin Anisimov, quien era un pilar fundamental en su vida además de ser su entrenador y mentor dentro del deporte. Aunque Amanda intentó continuar con su carrera, lo cierto es que esa pérdida marcó un antes y un después en su camino, por lo que en el futuro terminaría tomando una drástica decisión.
A mediados de 2023, luego de lidiar varias temporadas con la angustia y la ambición de querer triunfar en el deporte, Anisimova entendió que era el mejor momento para dar un paso al costado. De manera honesta, Amanda informó en sus redes sociales que estaba lidiando con muchos problemas de salud mental, que la llevaron a perder el foco y la motivación por seguir estando dentro de las superficies. En ese contexto, comunicó que se retiraría del tenis de manera indefinida, hasta que la situación se aclarara para ella.
Amanda Anisimova brilló en Wimbledon y eliminó a Aryna Sabalenka para meterse en la gran final. (GETTY IMAGES)
“Me siento mucho más fresca. Estoy disfrutando los entrenamientos y cada minuto en la cancha. Incluso cuando voy perdiendo, disfruto el desafío. Y estoy feliz. Estaba muy agotada y no era una sensación agradable. Poder resetearme fue muy lindo y muy bueno para mí”, expresó Anisimova cuando volvió a jugar a principios del año pasado. Y sobre la pérdida de su padre expresó: “Es lo más duro que me tocó vivir. Lo único que me está ayudando es jugar al tenis. Eso es lo que me hace feliz y sé que a él lo haría feliz”.
“He estado luchando con mi salud mental y el agotamiento desde el verano de 2022. Hoy, estar en los torneos es insoportable. En este momento, mi prioridad es mi bienestar mental y tomarme un descanso durante algún tiempo. Alejarme del circuito me hizo darme cuenta cuánto trabajo, sudor, lágrimas y dolor experimenté por este deporte”, comentó Amanda cuando decidió dar un paso al costado.
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Anisimova es una jugadora fuerte, con una gran pegada, que le gusta jugar sobre la línea de base y distribuir desde allí. Su mayor virtud es la precisión, por lo que le sienta muy bien el ritmo de partido en el que pueda tomar la iniciativa de los puntos, aunque tampoco se queda a mitad de camino cuando de correr y defender se trata. Es una tenista completa, con la cual el circuito está maravillado con que haya alcanzado un gran nivel, el mismo que le puede garantizar años de éxito.
