Hay miles de modelos, y no se trata de cuál es mejor sino cuál se adapta mejor a las necesidades de cada uno. Cada corredor tiene sus gustos, muchos eligen correr sin música y para otros es impensado salir a trotar sin sus auriculares. Los inalámbricos llegaron para facilitarle las salidas a aquellos que estaban hartos de cables. Pero, ¿cuál elegir?
Correr con música
Para los corredores de elite, correr con música es considerado una ayuda externa, ya que según estudios, la música es un gran motivador en momentos en los que la carrera se puede complicar, por lo que en muchos casos no está permitido (y en general los atletas profesionales prefieron no usarla). Sin embargo, para el resto de los mortales es una solución y hasta necesidad.
Elegir una buena lista de canciones puede hacer llevadera cualquier salida. Puede ayudar a regular el ritmo, también colabora a la hora de la percepción del esfuerzo. Pero unos auriculares molestos pueden generar un intenso mal humor.
Sin cables
Por eso, la llegada de los inalámbricos fue celebrada por muchos. Son una opción clave para evitar que los cables resulten molestos o se rompan durante el trote. Hay una mayor libertad de movimiento respecto a otros dispositivos con cables. Hay tres tipos de auriculares en el mercado: los más famosos que son dispositivos individuales para cada oído sin ningún cable, aquellos que incluyen ganchos para las orejas y los que tienen un auricular unido al otro con un solo cable.
Lo imprescindible
Habrá que tener en cuenta al elegir el modelo que sea apto para correr, ya que debe tener resistencia al agua y el sudor (en algunos casos son sumergibles o aptos para salpicaduras). En el caso de que se trate de unos auriculares bluetooth genéricos (no pensados para la actividad física) el problema será que, además de deteriorarse con el uso y la transpiración, sino también que se deslicen fácilmente. Depende en donde ocurra, se puede dar por perdido el dispositivo. Y nadie querrá eso.
El tiempo
También es fundamental saber qué autonomía tendrá, para poder saber cuánto lo podremos usar antes de cargarlos o de dejarlos en su caja cargadora. Algunos tienen autonomía de 8 horas, y otros además vienen con carga rápida por lo que sólo se necesitará apenas un rato para poder tenerlos disponibles una vez más. Es importante también ya que nadie quiere quedarse sin batería en el medio de un trote.
El uso
La elección, en este caso, es a gusto y preferencia del consumidor. De los tres tipos que existen en el mercado muchos prefieren los que se colocan in-ear (dentro de la oreja): si están diseñados para deporte en general -si son buenos- tienen incorporados unos estabilizadores internos para evitar que se muevan o se caigan.
Los que vienen unidos entre ambos auriculares a través de un pequeño cable ayudan a que en caso de que uno se deslice por la oreja no logre caerse al suelo ya que quedará sujeto al otro. Estos modelos se ajustan para quedar lo más cerca de la nuca y que el cable por detrás no sea una molestia.
El tercer tipo son los que traen un dispositivo que en general es semi rígido que se adapta a la oreja y articula como sostén para evitar que se mueva. En general, este tipo de auricular viene con estos ganchos en varios tamaños para adaptarse a los diferentes tamaños. Será cuestión de encontrar la medida ideal.
Los extras
Algunos auriculares, además, tienen la función de cancelación de ruido, lo que ayuda a que el corredor se aisle por completo de los ruidos externos. Si bien se trata de algo interesante a la hora de entrenar, habrá que utilizarlo con cuidado cuando los trotes se realicen en la ciudad, con el tránsito alrededor, ya que podría evitar que se escuche alguna señal de alerta (una bocina, una sirena, la voz de alguien).
Compatibilidad
Siempre es importante tener en cuenta la compatibilidad con el dispositivo al que estará asociado. Si utilizar Android o iOS o en el caso de los relojes deportivos, si funcionan con el aparato que ya se tiene.
