Liverpool barrió anoche al Atlético de Madrid en un encuentro marcado nuevamente por la polémica. Las decisiones del árbitro y el VAR llevaron a que el propio Antonio Griezmann, expulsado en el Wanda frente a los Reds, arremetiese contra la UEFA y el uso tecnología. Minutos más tarde sería Diego Pablo Simeone quien se mostraría incrédulo ante lo ocurrido en Anfield.

El Cholo no negó la superioridad del equipo de Jürgen Klopp, quienes en igualdad de condiciones ya eran tremendamente superiores ante un Atlético que nunca pudo sentirse cómodo en la cancha. Ya en rueda de prensa, se mostró sorprendido por una roja a Felipe que hace que los expertos del arbitraje se debatan ahora mismo sobre los criterios del VAR en la Champions.

Dos interpretaciones a jugadas similares: "La roja a Felipe es similar a la de Giménez con el Oporto, pero esta vez se interpretó que era expulsión. No la vi todavía. Pensé que lo había expulsado por no hablar con él, pero me dijo que no, que había un pisotón desde atrás y entendía que era roja".

Tragar veneno

"Lo vieron ustedes, me tengo que ocupar de mejorar al equipo, de tener más regularidad en el conjunto, empezamos atacando bien, pero después apareció lo que vieron. El 1-0 y el 2-0 y la expulsión. Jugar otro partido con uno menos más tiempo aún contra el Liverpool no es fácil”, continuaba un Simeone que fiel a su estilo, no quiso exponerse a sanciones de la UEFA.

Sus sensaciones tras otra jornada marcada por la polémica: "Estoy amargado porque el partido se fue muy rápido, los goles, la expulsión... No me produce un buen estado, pero es lo que siento. Acepto también el segundo tiempo, que no nos rompimos ante un equipo que si te tiene que hacer siete goles, te los hace".