Chelsea va a tener un nuevo dueño y Roman Abramovich está listo para empezar una subasta que espera llegue a los 3.000 millones de libras. Mientras que el hombre que cambio para siempre la historia del barrio de Fulham en Londres recoge las ofertas que llegan a su mesa, detallados informes revelan como hacerse con los Blues llevará de la mano una serie de problemas de fuerza mayor.

Para empezar, no solo habrá que pagarle a Abramovich lo que el magnate ruso considere apropiado por un club que ya hace parte de la élite del fútbol inglés y al que para mantenerle ahí habrá que invertir de primer plano más de 100 millones de libras. La partida del empresario irá de la mano con los préstamos que realizaba año tras año a la entidad que y que dejarán un hueco en Stamford Bridge que tendrá que ser tapado por quien asuma como nuevo CEO. Hacerse con Chelsea, mucho más que 3.000 millones de libras para The Sun.

 

No solo habrá que pagar sueldos, contratos o viajes que antes eran responsabilidad de Roman Abramovich, sino igualmente encontrar a nuevos miembros del personal que negociaba directamente con los jugadores sus vínculos y futuro en el club. The Sun desvela que si una venta se cierra a corto plazo, pilares de la entidad como la arquitecta del proyecto para ganar la última Champions League, Marina Granovskaia, no van a continuar en Londres por respeto a quien les llevó al oeste de la capital inglesa.

Marina Granovskaia, directora del Chelsea: Getty

Marina Granovskaia, directora del Chelsea: Getty

The Bridge, un problema de fuerza mayor

El feudo de los Blues es seguramente la mayor carga que tendrá sobre sus hombros el nuevo dueño. Desde hace años existe un proyecto para remodelar la cancha del campeón de Europa que no ha podido realizarse por la negativa de los vecinos a vender sus terrenos cerca al estadio. Mantener al Chelsea en su campo le ha costado ya a Roman Abramovich algo más de un centenar de millones de libras.

¿Por qué? Básicamente por lo que supone mantener una estructura arcaica para el fútbol de élite en tiempos donde el Reino Unido ha apostado de lleno por reformar sus estadios. Apenas 42.000 personas puede albergar un Stamford Bridge cuyo último proyecto para que deje de significar pérdidas al club año tras año se tasa en 1.700 millones de libras. Hacerse con el trono de Roman Abramovich conlleva una serie de cargas y problemas que a corto plazo pueden cambiar nuevamente la historia del Chelsea.

Stamford Bridge, estadio del Chelsea: Getty

Stamford Bridge, estadio del Chelsea: Getty